Con un tono marcadamente autobiográfico, Benito Rabal (Madrid, 1954), nombre propio del cine por méritos personales y vínculos familiares varios, debuta ahora en el terreno de la literatura con la novela Ayer, mañana (Algaida), puesta de largo que describe la situación de un grupo de jóvenes de clase media en el Madrid y la España posterior a Mayo del 68 y que llega, aproximadamente, hasta los primeros años de la Transición.
Premio Icaro de Cine, Mención Especial Festival de Venecia... ayudante de dirección y director de segunda unidad con directores como Mario Camus, José Luis Garci... en títulos como Los santos inocentes, Volver a empezar... director de las películas El hermano bastardo de Dios, El furgón... Benito Rabal es hijo de la mítica pareja interpretativa Paco Rabal-Asunción Balaguer, y padre del actor y director Liberto Rabal.
En 360 páginas, Rabal, autor de cuentos, obras de teatro y poesía, muestra las ilusiones y la pérdida de las mismas al pasar a la edad adulta en una sociedad en la que se vive el último período de una Dictadura y en la que todavía se ejerce la represión contra núcleos izquierdistas que luchan por la libertad. El narrador descubrirá su interés por el mundo del cine, a lo que ayudará su estancia en Roma que le abre sus puertas.
Durante los últimos años de la Dictadura en España, la necesidad de escapar del miedo, instaurado en un país donde todo estaba prohibido, lleva a Pedro a tomar postura contra la pacatería y la opresión. Es ahí donde se encuentra con un grupo de jóvenes que, como él, atisban el nuevo tiempo que se avecina y en el que ya pretenden vivir haciéndolo realidad en su día a día, sin pensar en más futuro que el propio presente.
La música, el arte, las drogas, el amor, las relaciones, todo parece anunciar un cambio de era. No es solo la urgencia de acabar con la Dictadura, sino de poner el mundo patas arriba. El fin del colonialismo, los movimientos contraculturales, las guerrillas, se unen al amor libre, al ocaso del patriarcado y al fin de los tabúes, confirmando la agonía de una sociedad caduca. Así se enmarca el relato de Ayer, mañana.
A partir de varias sentencias y reseñas ('El pasado ya había muerto y el futuro no parecía llegar nunca', 'Unos años irrepetibles vistos por una de las miradas más avezadas del cine español de las últimas décadas'), pero sobre todo de la figura de García Márquez ('La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla'), esta novela Ayer, mañana se reivindica y aviva, y aviva al lector.