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Crítica: "Decision to leave", por Javier Collantes

Como contemplación, gozo visual y demás elementos que componen el cine, este arte tan viejo, y a su vez tan joven, en modo de contradicción, sirve para mostrar situaciones en una paleta de colores, sensaciones, vertidos de pensamientos, sobre la gran pantalla. Es, en este caso, como algunos films y, en particular, este retrato fílmico que nos ocupa, Decision to leave, cuya demostración cinematográfica nos entrega el director Park Chan-wook, cine procedente de Corea del Sur, con elegancia, nos traslada a una gran historia de amor, los tonos de cine negro, cine en esencia puro, cuya destilación nos invita a un gran viaje cinematográfico de contenido, fondo y forma.


Un relato que nos presenta a un detective que investiga la sospechosa muerte de un hombre en la cima de una montaña. Sospecha de la mujer del fallecido y la atracción que siente por ella desarrollará los puntos de ascenso, descenso, emociones, una vuelta en todo. Un detective veterano de Corea del Sur, una mujer china, lugares de niebla, paisajes, sensaciones. Park Chan-wook, director conocido y con prestigio cinematográfico por películas que derivan a una clase de cine rompedor, clásico, que moderniza líneas maestras golpe a golpe en fotogramas como Oldboy, La doncella, Stoker, Soy un cyborg... Decision to leave es un relato profundo de amor loco, obsesión, con saltos en el tiempo, un film de muchas capas que se abre poco a poco, con la magnitud del detalle.


Un excelente y brillante cuadro romántico, policíaco, que bebe por instantes de las fuentes del clásico Vértigo, un encuentro de sorpresas en sus personajes, diálogos, miradas, humor, encuadres sublimes. La historia, de 138 minutos, en su exceso de duración, y a pesar de ello, cine sobresaliente en todo su esplendor, una película en la que se tiene que entrar para disfrutar y saborear su lirismo, tan apasionante e intensa como dulce y demoledora. Sobre una excelente fotografía y con una banda sonora adecuada, guion y dirección se compenetran con las extraordinarias interpretaciones de Tang Wei y Park Hae-il, una combinación casi sublime de sus papeles de amor loco.