Ahora que el frío aprieta, el calor del vapor puede ser una herramienta fundamental para sobrellevarlo de la mejor manera posible. Por este motivo, y obviamente por otros muchos, nuestra nueva recomendación en el apartado Lecturas de Cine es Steampunk. Fantasía y ciencia ficción retrofuturista (Redbook), de Manu González, primer libro sobre el género firmado por un español.
Sobre la pista de Julio Verne y H. G. Wells, padres de la ciencia ficción moderna y verdaderos precursores del 'steampunk', Manu González (Cómics de los 90, Cómics de los 80, Criaturas fantásticas, Ciudades fantásticas, Dioses, héroes y superhéroes), que lleva su ADN en las venas gracias a su familia como él mismo explica en el libro, nos presenta películas, series y videojuegos del género.
En lo que a 'steam movies' se refiere, Steampunk. Fantasía y ciencia ficción retrofuturista nos acerca al Oxford alternativo de La brújula dorada, a clásicos de culto como El secreto de la pirámide, los orígenes de Viaje a la luna, los 'booms' populares como Regreso al futuro 3, retos USA como Wild Wild West, curiosidades recomendables como Vidocq y ejemplos gráficos recientes como Mortal Engines.
Aunque el cine ha hecho suyos los valores del 'steampunk' gracias a su llamativa estética, las más de 220 páginas de Steampunk. Fantasía y ciencia ficción retrofuturista, que incluye nombres propios de creadores y artistas audiovisuales forjadores del género como Blaylock o Garriger, también recorre este universo con proyecciones desde otras dimensiones como son la de los cómics y los videojuegos.
Si en el primer caso aparecen títulos como Gotham: Luz de gas o La liga de los hombres extraordinarios, en el segundo son protagonistas Final Fantasy VI o The Order: 1886. Incluidos en Steampunk. Fantasía y ciencia ficción retrofuturista, todos estos formatos diferentes se construyen desde lo común con olor a vapor, tecnología imposible, corsés, gafas decimonónicas de ferroviario...
Steampunk. Fantasía y ciencia ficción retrofuturista retrata la evolución de este movimiento desde la era 'protosteampunk', antes de la propia nomenclatura y con la Inglaterra victoriana como escenario preferente entre tecnologías anacrónicas, pasando por la segunda ola y alcanzando la conversión en movimiento contracultural con proyección en redes sociales y festivales alrededor de todo el mundo.