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Crítica: "Utama (Nuestro hogar)", por Paco España

Utama (Nuestro hogar) fue la ganadora del pasado Festival de Cine de Santander, dirigido por Alvaro Longoria y organizado por Morena Films y el Centro Botín, siendo, con diferencia, la mejor película presentada a competición. En ella se cuenta la vida de un matrimonio de ancianos que vive en una solitaria cabaña del altiplano boliviano, cuya vida está sumergida en una rutina que les llevaría a no advertir nada en el caso de que el planeta se quedara de súbito, sin energía eléctrica. Sus sencillas vidas transcurren cuidando el rebaño de llamas, su pequeño huerto de patatas y habas, y caminando una larga distancia hasta el pueblo más cercano en busca de baldes de agua. Su mayor preocupación es la ausencia de lluvias en todo el invierno y la enfermedad que el pastor quiere que permanezca oculta a su esposa, hasta que reciben la visita de su nieto, con su smartphone siempre en la mano, momento en el que conocemos algo del pasado de los personajes, en el que intuimos que el fuerte carácter del pastor ha influido para que la relación con su hijo no sea muy cordial.


Se trata de la ópera prima del director boliviano Alejandro Loayza Grisi, que es capaz de mostrar la esencia del ser humano al mismo tiempo que plantea el conflicto generacional entre los ancianos, con su forma de vida, y las peticiones de su nieto, que quiere llevarlos a la ciudad, porque piensa que es lo mejor para cuidar de la salud de sus abuelos, cuando uno, como espectador, no puede imaginarles en la ciudad marchitándose como flores secas, mientras que su entorno, por muy difícil que resulte la vida, es el suyo, donde han vivido siempre y donde desean morir. La fotografía del altiplano es absolutamente grandiosa, que recuerda intensamente a Monument Valley, y no solo es la inmensidad que muestra lo que recuerda a John Ford, diversos recursos estilísticos a lo largo de la película también lo hacen.


Su director es capaz de hacer algo que resulta infrecuente en el cine, capturar la esencia humana y transmitirla al espectador de la manera más sencilla y sintética posible, como el plano en el que se para delante de la montaña para decir la frase 'Te estás muriendo'. No se puede ser más sintético para describir la crisis climática por la que está pasando el planeta. Otra secuencia realmente espectacular es en la que el anciano se desmaya en el altiplano, producto de su enfermedad: el plano observa el cuerpo caído y, de repente, su numeroso rebaño de llamas comienza a entrar en plano por la izquierda, algunas se quedan observando el cuerpo y, al final, todas salen de plano por la derecha. Un alarde de estilo que no me explico como han conseguido de los animales. Utama (Nuestro hogar) es una joyita del cine actual, que antes del premio en la capital cántabra, ya había obtenido el Premio del Jurado y Mejor Película en Sundance y el Premio a la Mejor Película Iberoamericana en Málaga, y que cuenta con dos intérpretes naturales cuyas frases, y especialmente sus miradas, se clavan en el alma del espectador.