script

Crítica: "Sintiéndolo mucho", por Paco España

Lo siento mucho, pero Sintiéndolo mucho no me ha entusiasmado, a pesar de que el personajes principal, el cantante, músico, poeta y filósofo jienense Joaquín Sabina, tiene un innegable interés y es muy difícil encontrar a alguien que no se encuentre próximo a algunos de sus esenciales temas. La película me parece una loa demasiado 'babeante' y que no toma la distancia necesaria ante la descripción y el discurso del personaje que admira abiertamente. En primer lugar, hay un dato que parece sospechoso, y es la duración de dos horas para la descripción de un solo personaje, que, aunque el trabajo es una recopilación discontinua de más de una década por parte de Fernando León de Aranoa y su equipo al cantante, es evidente que no existe una voluntad de síntesis exigente en su descripción.


Yo no me considero un seguidor tan apasionado como mi amigo Eloy de la trayectoria de Sabina, aunque algunos de sus temas me gustan, pero ya conozco muchas de las realidades y excesos vitales que ha protagonizado el cantante por otras entrevistas. Lo más destacable que se puede entresacar de Sinténdolo mucho es la ansiedad que el artista sufre antes de salir al escenario por la responsabilidad que siente para dar lo mejor de si mismo ante un público que ha decidido gastar sus dineros y su tiempo para asistir a uno de sus conciertos. También el personaje de Jimena Coronado, su pareja desde hace, literalmente, '25 0 30 años, mujer que ha logrado poner orden en mi caos'. En la película, Jimena es como un fantasma, que siempre está, en todos los momentos y situaciones, aunque no se la note, no se la vea o no se la oiga. En un momento de la película, entra en plano el torero de Galapagar, José Tomas, del que Sabina es un gran admirador. Se produce una coincidencia en la localidad mexicana de Aguascalientes, que tiene dos plazas de toros, en una actúa el músico y en la otra torea el diestro madrileño. Sabina asiste a ver su faena, en la que el torero es corneado gravísimamente, seccionándole la femoral.


Aranoa se permite la frivolidad de montar un paralelismo entre la cogida del torero y la conocida caída al foso de Joaquín Sabina en el WiZink Center en 2020, algo que en mi pueblo se define como 'sacar los pies fuera del tiesto'. Yo estoy muy alejado de ser taurino, pero en una ocasión vi por televisión una de las 11 faenas de José Tomás en el coso de Cuatro Caminos y me pareció que era algo absolutamente excepcional, lo mismo que me parece su mirada en la película, momentos antes de salir a la plaza en la que fue cogido, una mirada de intensa concentración que encoge el alma. No es el primer documental del director de El buen patrón o Los lunes al sol, entre los que destacan Caminantes o Invisibles, pero creo que Sintiéndolo mucho entusiasmará a los incondicionales del músico de Baeza, pero a los que no lo sean posiblemente se quede en una propuesta interesante, lejos de ser trascendente.