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Crítica: "El espíritu de Bridge Hollow", por Daniel Soriano

No vamos a engañarnos. Netflix sabe realmente cómo fomentar el espíritu de Halloween cada año, haciendo de su plataforma un paraíso divertido para toda la familia. El año pasado nos presentaron El Halloween de Hubie, con Adam Sandler en portada, y este año es el turno de The curse of Bridge Hollow, del archiconocido humorista Marlon Wayans (Howard Gordon) y la celebérrima cantante de principios de los '2000, Kelly Rowland (Emily Gordon). La sinopsis, al igual que muchas de las películas que atiborran el catálogo de la marca, no engaña. En unas breves líneas nos informan de que la trama gira entorno a la mudanza de una familia desde Brooklyn al diminuto pero tétrico pueblo de Bridge Hollow, siempre un imán de locura entorno al 31 de Octubre.


Es ahí cuando la hija adolescente entra en juego, la grandilocuente Sydney (Priah Ferguson), que, mientras intenta a duras penas instalarse en su nuevo entorno, le comentan los típicos nuevos -y para nada raritos- amigos del pueblo que su nueva casa está embrujada. ¡Sorpresa! Es entonces cuando la atrevida Sydney descubre la legendaria linterna de Jack (el espiritu que ronda por Bridge Hollow) y accidentalmente libera la antigua y traviesa maldición. Eso, a su vez, provoca que... (atención porque la originalidad desborda) todas las decoraciones de Halloween cobren vida, causando estragos en cada rincón del pueblo. De pronto, Syndey empieza a ser consciente de que no puede mantener todo bajo control por sí misma, y e ve obligada a formar equipo con su padre -más asustadizo que un crío de 5 años pero de donde brotan las escasas carcajadas del largometraje- para salvar la ciudad. Ahora adivinad el porqué. Porque si no pueden detener el espíritu de Jack antes de la medianoche, entonces Halloween nunca terminará. ¡Oh!, una vez más la innovación en el guión dejando boquiabiertos a los espectadores. Os podéis imaginar pues que todo lo que acompaña a raíz del nudo hasta el desenlace es una serie de infortunios que acaban terminando de manera positiva para Howard y Sydney.


Pero tampoco seamos excesivamente tenaces. Como todas las películas familiares espeluznantes, El espíritu de Bridge Hollow es una aventura divertida más, a pesar de que sea totalmente ingenua. ¿Es pues una contendiente a los Oscar del año que viene? No, por supuesto que no, se supone que su cometido es mezclar entretenimiento alegre con algunas risas y pequeños sobresaltos. Si esperas algo más de una comedia familiar de Netflix, no es tu película. Sin embargo, si estás en familia (preferiblemente con hijos pequeños) y quieres saborear unas palomitas y acomodarte mientras los espíritus -más jocosos que tenebrosos- causan estragos en una pequeña aldea, entonces estás de suerte.