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Crítica: "42 segundos", por Paco España

42 segundos es una magnífica muestra del cine épico-deportivo, del cual ya hemos visto muchos ejemplos, los más recientes, la película estadounidense Garra, interpretada por Adam Sandler y el baloncestista español Juancho Hernangómez; o la española Llenos de gracia, protagonizada por Carmen Machi. Y una vez más es una fórmula que funciona y, como se dice al final de 42 segundos, cosas como ésta hacen que el deporte sea algo más que deporte. En el deporte, las victorias o las derrotas son cuestiones relativas, sólo sus consecuencias -como ganar una medalla, un título, descender de categoría...-, son cuestiones absolutas y objetivas, pero es muy habitual que se gane con una derrota o se pierda con una victoria, depende de todo lo que acarree una u otra a nivel de aprendizaje y de experiencia vital intransferible.


En 42 segundos, Dani de la Orden y Alex Murrull cuentan la trayectoria de la selección española de waterpolo desde cuatro meses antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, hasta el final de su participación en los mismos. No voy a decir cual fue el resultado final de esa participación en consideración del espectador que lo desconoce y quiere ver la película con la máxima tensión, sí, para él, para ese único espectador que a estas alturas desconoce el resultado. El paso de esta selección por aquellas Olimpiadas fue seguida por millones de espectadores en las emisiones de televisión, como yo mismo, y aun guardo recuerdo de ellas, pero una cosa son las gestas o no gestas deportivas y, otra muy diferente, es la intra-historia, que es tan importante y que la mayoría ignoramos y sólo nos quedamos con el valor absoluto del resultado pero desconocemos todos sus valores relativos. Es muy meritorio el trabajo de todos los intérpretes, masculinos en su inmensa mayoría, que son capaces de parecer jugadores de este deporte que me parece tan difícil de poner en práctica. Ya sólo recoger un balón mojado, a una mano, mientras se intenta conservar el equilibrio en un medio como el agua, me parece un prodigio. Ya no digo nada de los demás movimientos y jugadas que es necesario hacer en este deporte. Además, los jugadores suelen tener una característica física muy peculiar: su espectacular tren superior, con unas espaldas que parecen armarios roperos de tres cuerpos. Todos los actores han tenido una preparación física suficiente para parecer jugadores y no actores haciendo de jugadores, y ya me parece un éxito notable.


Destacan especialmente los dos protagonistas, que están dejando de ser jóvenes promesas para ser actores consolidados de mucha calidad: Álvaro Cervantes (Loco por ella), interpretando a Manel Estiarte, capitán de la selección; y Jaime Lorente (La casa de papel), interpretando a Pedro García Aguado, oponente y complemento del anterior, al que hemos podido ver como presentador televisivo en programas como Hermano mayor. 42 segundos es una película con un ritmo trepidante que habla del esfuerzo, la amistad, la solidaridad y la unión entre diferentes, en este caso entre jugadores de Barcelona y Madrid con dos maneras muy diferentes de entender su deporte, pero que son capaces de centrarse en un objetivo común para superar los difíciles obstáculos que la vida pone delante. Por eso hay ocasiones en las que el deporte es mucho más que deporte.