Este año hemos podido ver como las series españolas se han vuelto un verdadero 'hit' entre las plataformas de 'streaming'. Cada mes se estrena en Netflix, por lo menos, una serie española. Este mes de julio, Netflix estrenó la nueva miniserie de acción/thriller policíaco La noche más larga, dirigida por Víctor Sierra, Xosé Morais, Oscar Pedraza y Moisés Ramos. En un principio, la serie fue anunciada bajo el título de Baruca, aunque posteriormente se cambió al que ahora conocemos. La serie fue rodada en diferentes localizaciones de Madrid y Aranjuez. Cada episodio tiene una duración promedio de 45 minutos, volviéndose una miniserie botella que hace referencia a aquellas que comienzan y terminan en el mismo capítulo.
La trama se desarrolla en una misma noche, específicamente en el día de Nochebuena. Esa noche, el peligroso asesino en serie Simón Lago (interpretado por Luis Callejo) es arrestado y trasladado a una prisión psiquiátrica en Monte Baruca. Después de un par de horas, el centro psiquiátrico es rodeado por un grupo de hombres armados que busca llevarse al criminal. El grupo de mafiosos intenta negociar con el director del centro, Hugo (interpretado por Alberto Ammann). Sin embargo, el protagonista se niega a entregar a Lago, por lo que comienza una noche llena de atrocidades y violencia dentro del centro, donde pacientes, prisioneros y funcionarios están bajo alto riesgo de no salir con vida.
Si algo ha logrado demostrar el audiovisual español en los últimos estrenos es su gran talento para producir series policíacas, ya sea por la cultura, las características de sus actores o las diversas oportunidades de paisajes para rodajes. Este último año se han estrenado éxitos de series de este género como Intimidad y la nueva temporada de La casa de papel, lo cual, para ser sinceros, deja la vara alta en ese ámbito. Le he dado muchas vueltas a mi opinión sobre la serie, y debo decir que La noche más larga ha dejado que desear en diversos aspectos. En primer lugar, es necesario expresar que la serie presenta demasiados personajes a los cuales se les da muy poca o nula profundidad.
Sabemos muy poco acerca de ellos, lo cual vuelve la trama un poco confusa y genera que, como espectadores, le demos poca
importancia a personajes que puede que sean clave para comprender la trama. Se intenta explicar el trasfondo de muchos personajes por medio de saltos temporales que, a mi parecer, carecen de sutileza; al contrario, se sienten puestos a la fuerza a media historia. La trama se siente llena de múltiples mini historias que no llegan a desarrollarse por
completo. En segundo lugar, La noche más larga corre el riesgo de ser percibida como un intento de imitación de La casa de papel y Vis a vis, con algunas pinceladas bastante obvias de las series norteamericanas 24 y Prison Break.
Otro punto en contra de la serie, a mi parecer, es introducir una gran cantidad de acción y drama en una serie de tan solo 4 horas, lo cual es arriesgado a la hora de producir y puede llegar a cansar al espectador. Es importante agregar que la serie no termina con final cerrado y deja sin saber qué sucede al final con la trama, logrando el objetivo de despertar la curiosidad por descubrir cómo se desenlaza todo. Sin embargo, también se percibe como una serie incompleta, puesto que la mayoría de miniseries encapsulan el desarrollo, nudo y desenlace en una sola temporada. La serie realmente tenía potencial, contiene personajes que, de haber sido desarrollados bien, podrían ser interesantes. Sin embargo, los guionistas han optado por saturar de contenido una miniserie botella.