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Crítica: "El insoportable peso de un talento descomunal", por Javier Collantes

Bajo un titulo, cuyas frases construyen y sostienen algo más que unas palabras lapidarias, se presenta todo un reto en la imaginación sobre qué nos encontraremos en una película. Los avances en sorpresa, soportar lo insoportable, bajo los kilos de un peso en un talento que sobrepasa todo. Con este título, El insoportable peso de un talento descomunal, dirigida por Tom Gornican, nos ofrece las excelencias de un film divertido, lleno de acción, que, a modo de homenaje a un género, o más bien a un actor (Nicolas Cage), combina la autoparodia con las excelencias de un gran actor de referencia, tanto en sus películas comerciales como en sus films más independientes: Con Air, Corazón salvaje, La ley de la calle, Hechizo de luna, Leaving en las Vegas... entre tantas incursiones cinematográficas.


En esta película, el actor muestra un talento distinto, pero conserva su histrionismo de escuela interpretativa, cuyo estilo, como Nicolas Cage manifiesta, se encuentra en la 'Nueva Chamánica', en una unión con el expresionismo alemán, toda una influencia tan válida como especial. El insoportable peso de un talento descomunal nos presenta, bajo la fórmula de una comedia de acción con tonos negros y con Nicolas Cage interpretándose a si mismo en una versión ficticia, a un actor con problemas económicos y familiares que se ve obligado a aceptar un trabajo por dinero, una oferta de un millón de dólares para asistir a un cumpleaños de un multimillonario que se declara un ferviente admirador. Pero la situación, cuya acción se desarrolla en Mallorca, dará un giro inesperado cuando Cage es reclutado por la CIA para salvar a su familia y a su leyenda de actor frente a la investigación hacía un peligroso jefe de una organización muy peligrosa.


A partir de esta información, y sabiendo que el rodaje se produjo en Croacia, el film resulta muy divertido, con dosis de comedia física, persecuciones, intriga... con referencias a un presidente de una comunidad autónoma. Las citas a películas de Nicolas Cage y el sensacional y emotivo guiño a otras muchas conforman una cinta de aventuras en la que, en un traslado de ficción a realidad, un actor intenta ser un salvador. Impecable Nicolas Cage, sensacional Pedro Pascal y excelente Paco León, interpretaciones que, junto a una fotografía adecuada y una efectiva banda sonora del gran Mark Isham, ofrecen un film que no decepciona ni engaña, simplemente la obra producida por un actor en su universo, ahí se encuentra, Paddington 2 y El gabinete del doctor Caligari, combinación de alto grado.