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Crítica: "Black Phone", por Javier Collantes

Como un cuento de terror, de miedo, así se divisan innumerables films de este género, en modo, en forma de relatos que muestran la 'cara' de otra faceta en el ser humano, cine con los estigmas de historias y ambientes de aparente cotidianidad. Es, por muchas razones, que el terror, en sus múltiples variedades, se unifica desde el prisma de una gran pantalla y el cine a través del arte de narrar historias sobre personajes salidos de lugares... Basado en un relato homónimo de Joe Hill, hijo de Stephen King -del que se notan las influencias-, Black Phone es un film dirigido con acierto por Scott Derrickson, realizador que asienta las bases clásicas del cine de terror en los tiempos cinematográficos de los 70 y 80.


Desde el punto de vista fílmico, esta producción de Blumhouse y Universal, y su conversión de la letra impresa al mundo del cine, ofrece un resultado muy satisfactorio, con tonos escalofriantes y tramas casi sobrenaturales que discurren por las líneas de un relato muy sólido en el que la violencia, e incluso el humor, tienen tan clara presencia como los espacios del suspense de escuela de alto nivel, un cuadro extraordinario sobre la violencia descarnada cuyas secuencias resultan impactantes. La historia nos traslada a una localidad de Colorado (USA), en los años 70, en la que un enmascarado secuestra a un chico de 13 años y le mantiene prisionero en un sótano insonorizado en el que de nada le sirven los gritos de auxilio. Sin embargo, un teléfono negro roto y sin conexión empieza a sonar de vez en cuando y el chico descubre que, a través de él, puede oír voces de anteriores víctimas, amigos, conocidos del instituto, que están decididos a ayudarle e impedir que acabe igual que ellos.


Bajo cierta influencia de un asesino en serie con globos -al igual que el personaje de It-, cuya careta y presencia son demoledoras, todo un argumento inquietante con una dirección impecable, una fotografía solvente y una banda sonora muy acertada en el que encontramos referencias a La matanza de Texas, Cuenta conmigo e incluso a un film mítico de artes marciales como Operación Dragón. A partir de una atmósfera sobresaliente, un ritmo excelente y una puesta en escena de calidad, Black Phone, que suma perfectas interpretaciones de Ethan Hawke y el joven reparto, da un toque de atención sobre el miedo, el 'bullying', la familia... todo en un ambiente cerrado, claustrofóbico, cine que se desposee de sus máscaras.