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Crítica: "Sundown", por Javier Collantes

De cuantas maneras el cine explica las sensaciones, las miradas internas, externas, la placidez, el descanso, 'todo' en el devenir de un ser humano, respuestas en imágenes, silencios, palabras, caminos y orígenes. Esto y más se encuentra en algunas películas que no desentonan en su puesta a punto, cine en su justa, lógica, aplastante medida, de contar casos y 'cosas', es el arte de 'ver'. A esta pequeña disección subjetiva corresponde el último film hasta la fecha del director Michel Franco, Sundown, un relato contemplativo, difícil, explicativo, tan profundamente narrado como intenso en sus secuencias.


Dirigida con un notable acierto, Franco muestra en cada plano sapiencia cinematográfica, estilo, orden y emotividad sin caer en la lágrima fácil. Sundown traspasa un puesta de sol para contarnos una historia fascinante que se contempla con el placer de sentirse reconfortado por una clase de cine que nos conduce a algún lado, una línea en combustión permanente donde siempre pasa algo, una línea sin final, la historia de una familia británica adinerada que disfruta de unas vacaciones en Acapulco (México) y a la que una llamada le anuncia un terrible suceso. Alice decide interrumpir el viaje, mientras que Neil dice haber olvidado el pasaporte y se queda en México, ante una situación de (in)diferencia se postula unos problemas familiares casi insospechados, una huida para intentar vivir, una historia para encontrar su lugar en su mundo, un relato sobre un hombre las diferencias de clase en México, el infierno, la costumbre, el crimen, en constante ritmo pausado pero demoledor, sobre una realidad, los recuerdos, vivencias...


Enigmática, una persona taciturna que no parece inmutarse por casi nada, una playa, nos habla de la vida, con tonos ambiguos, a través de planos fijos, efluvios de un cine existencial, el misterio, el conformismo, los tonos del estoicismo para un viaje lleno de desolación, con respuesta... Con una adecuada fotografía y el sol casi omnipresente, una banda sonora que acompaña al paisaje, y los papeles de sus intérpretes, especialmente magnífico Tim Roth y destacada Charlotte Gainsbourg, Sundown resulta ser un notable film, la delicadeza de Acapulco fuera de campo, con violentas maneras de sentir en cada espectador.