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Crítica: "Tres", por Paco España

Estamos ante una de las propuestas más originales que ha dado el cine español esta temporada. La protagonista es una especialista de sonido para audiovisuales y tiene funciones de 'Foley Artist', es decir, la persona que crea los sonidos que se ensamblan con las imágenes de la acción: pasos, cierres de puertas, ventanas u otros, para después sincronizar las pistas de imagen y sonido y dar coherencia al conjunto. Al mismo tiempo, mantiene una relación sentimental en horas bajas con su jefe y coordinador de sus labores audiovisuales, papel interpretado por Miki Esparbé (Los reyes de la noche, Las distancias), actor de una gran solvencia tanto en papeles cómicos como dramáticos. De pronto, 'C', nombre de la protagonista que tiene el rostro de la estupenda actriz Marta Nieto (Madre, Litus), nota que algo extraño le está pasando, que su cerebro escucha los sonidos de su propia vida un poco después de que sucedan los hechos.


Primero, unas décimas de segundo; más tarde, unos segundos; y, después, unos minutos. Le resulta absolutamente incomprensible este 'fuera de sincro', denominación que tiene esta situación en términos cinematográficos. En principio le provoca gran extrañeza, pero cuando la falta de sincronización se va ampliando genera una auténtica discapacidad en la protagonista, que no alcanza a poder hacer funciones básicas de la vida, ni comunicarse con los demás sin muchas dificultades. La cosa va empeorando hasta que comienza a entenderla, a aceptarla y a utilizarla a su favor, como cuando ve en el supermercado a su expareja con otra mujer y parece que están hablando de ella, se acerca, saluda, las dos personas se marchan y entonces puede escuchar lo que estaban hablando de ella. Enorme secuencia en la que vemos en lenguaje puramente cinematográfico y cómo 'C' está comenzando a sobreponerse a su discapacidad. Una hermosísima metáfora de situaciones en las que nos vemos envueltas las personas habitualmente. Como dicen sus guionistas, el propio director Juanjo Giménez y Pere Altamira, esta historia solamente podría contarse en formato cine, porque en literario sería imposible, algo que puedo constatar yo mismo y las dificultades que tengo a la hora de hacer una breve sinopsis, que se ha alargado más de lo debido.


Su originalidad está fuera de toda duda, no se la puede emparentar con cualquier otra propuesta que yo haya visto con anterioridad, por eso se puede encuadrar a su vez como cine experimental, pero no asustarse, al contrario que este tipo de cine, que suele ser de difícil comprensión para un espectador medio, en el caso de Tres es muy fácil, solamente hay que dejarse llevar sin prejuicios por la premisa inicial. Su director, que se estrena en el largometraje, ya cosechó un importante éxito con un cortometraje anterior de 2016 titulado Timecode, que puede verse en Filmin, otra propuesta, también muy original, que combinaba una historia romántica con la danza y las cámaras de vídeo vigilancia de un parking, cortometraje que, entre sus muchos premios, cosechó la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Tres estará accesible en la citada plataforma Filmin, y además en Movistar+, en los primeros días de marzo.