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Crítica: "La abuela", por Paco España

Si hablamos del género fantástico en España, pocos directores tienen un bagaje tan espectacular como el de Paco Plaza ya que figuran en su haber títulos como las tres entregas de la serie REC -las dos primeras, junto a Jaume Balagueró-, la estupenda Verónica en 2017, además de la apreciable Quien a hierro mata en 2019. Ahora nos llega La abuela y, atendiendo a su trailer, da la impresión de que es más convencional de lo que realmente es. Los dos papeles principales son interpretados por la joven Almudena Amor, a la que pudimos ver en el inquietante papel de becaria sin escrúpulos, horma del zapato del protagonista, en El buen patrón y me da la impresión de que la vamos ver mucho en los próximos años; y el otro papel protagonista, el de la abuela, está interpretado por Vera Valdez, una actriz brasileña que deja constancia, a sus 85 años, de la calidad de un inquietante trabajo, además del enorme atractivo que atesoró en sus años de esplendor que le llevó a establecer una estrecha relación con el director francés Louis Malle. La película comienza mostrándonos una relación en la distancia entre una abuela en Madrid y su nieta, que intenta hacerse un hueco dentro del mundo de la moda y la publicidad parisina.


Repentinamente, la anciana sufre un derrame cerebral que obliga a la nieta a regresar para ocuparse de sus cuidados, ya que no vemos ningún otro miembro familiar. En esta primera parte, se contrapone la cruda realidad de la existencia de una persona de avanzada edad con el glamour vacío y excesivo de la moda en la capital francesa.


Se pone de manifiesto, de igual manera, la decrepitud de los cuerpos viejos frente a los jóvenes, que se aprecian en sendas secuencias de ducha. Hasta este punto vemos una historia con más humanidad que misterio, aunque con un punto de inquietud, pero, desde el momento en el que la nieta comienza a buscar una asistente para su abuela que le permita regresar a París, comienza a transitar por el terreno fantástico más convencional en el que la abuela se mueve a velocidad imposible, mostrando su silueta, repentinamente, tras una puerta o en lugares cuyo acceso resultaría inviable para una persona de edad avanzada. Aparece, en estos momentos, otro personaje joven que alude a tiempos pasados y escondidos en la memoria de la protagonista, que transitan entre al abuso a menores y el akelarre femenino, y cuya conclusión se clarifica en la parte final de la película. La idea es del propio director, pero el guión esta firmado por Carlos Vermut, responsable de títulos como Magical Girl (la película contiene un guiño a esta) y Quien te cantará, generando atmósferas que recuerdan a sus películas. La abuela no es el mejor de los trabajos de Paco Plaza, pero sí es un apreciable intento de ahondar en el género fantástico de nuestra filmografía.