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Crítica: "El sustituto", por Paco España

A priori tenía cierta prevención con este título y con la intensidad con la que ciertos programas de actualidad cultural y cinematográfica están intentando meternos por los ojos el trabajo de Ricardo Gómez, joven actor que hemos visto crecer en el papel de Carlitos desde su mas tierna infancia en la serie Cuéntame en la televisión pública. Es cierto que es un actor joven y que aún tiene capacidad de mejora, pero defiende con credibilidad y solvencia el personaje de esta película, Andrés Expósito, un joven policía criado en un hospicio, casado, probablemente de penalti, sin entendimiento con su pareja, con una hija pequeña, alcohólico prematuro, propenso a tener una copa de brandy siempre en la mano, con un enorme desarraigo vital, pero honesto hasta sus últimas consecuencias. En definitiva, un personaje complejo que Ricardo Gómez sabe componer con credibilidad. Óscar Aibar, el director y coguionista, tiene una larga trayectoria en la destacan Platillos volantes y, sobre todo, la magnífica El gran Vázquez, probablemente el mejor trabajo de Santiago Segura encarnando al famoso y disoluto dibujante Manuel Vázquez, creador de personajes como Anacleto o La familia Cebolleta.


Óscar Aibar parece cómodo ficcionando historias basada en hechos reales, como sucede en este caso en el que desarrolla una historia basada en una colonia de militares nazis que se ubicaban en la zona levantina, concretamente en municipios como Denia o Calpe, en los tiempos en los que España acababa de salir de la dictadura y se encontraba inmersa en profundos cambios sociales al mismo tiempo que la selección española de fútbol jugaba el Mundial del 82, generando la 'paparda' deportiva que todos conocemos. Esos eran los tiempos en los que se ubica esta historia, que, sin ser una obra maestra, sí que resulta interesante y entretenida y a pesar de las concesiones a la verosimilitud que es necesario hacer durante su visionado, como la relación del protagonista con la doctora, interpretada con acierto por Vicky Luengo (Antidisturbios), que no es muy sostenible y, sobre todo, la persecución en la que Seat 127 tuneado le da la réplica a un Mercedes 230 descapotable, o la repentina recuperación que el policía tiene tras el accidente, que pueden provocar una benévola sonrisa.


La historia se puede seguir con agrado, a lo que contribuye esencialmente el magnífico trabajo de Pere Ponce, como el compañero policía, ambos actores cuñados en los albores de la serie Cuéntame y que pronuncia la frase clave y que está incluida en el trailer: 'Vamos a hablar claro, no estamos aquí para vigilarles, estamos aquí para protegerles', refiriéndose a la comunidad de militares germanos que viven en el paraíso español en connivencia con los rescoldos de las facciones ultraderechistas que permanecían de la dictadura recientemente finiquitada, pero que aún hoy, casi 40 años mas tarde, ostentan representación parlamentaria. Destacan otros intérpretes en pequeños papeles muy sabrosos como Pol López (Historias lamentables), Joaquin Climent (B de Bárcenas), Nuria Herrero (Zerø), Bruna Cusí (La vampiro de Barcelona) o Susi Sánchez (El cover) un más que interesante ramillete.