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Crítica: "Tres veranos", por Javier Collantes

En modo callado y al nivel de una canción o un poema de Vinicius de Moraes, Maria Creuza y Toquinho, el cine brasileño nos ha trasportado muchas veces a realidades tan aplastantes y llenas de belleza, injusticias y luchas en un país que, respecto a su cinematografía, nos ha entregado películas de un enorme calado, sin olvidar el 'novo' cine que implica, en estos tiempos, una nueva perspectiva de dicha nación, más bien un continente por ser un territorio tan extenso como interesante, así como su sociedad y cultura.


En esta oportunidad cinematográfica llega a la gran pantalla Tres veranos, un film dirigido por Sandra Kogut que, con un sorprendente acierto, nos describe un relato apasionante, certero, lleno de humor, drama y tragedia, con el que disecciona, sin perder el prisma de las diferentes realidades, tanto espacios como clases sociales, una narración dotada de matices fílmicos a lo largo de tres veranos de una trabajadora doméstica responsable de la administración de una lujosa mansión.


Cada diciembre, entre Navidad y Año nuevo, los dueños de la casa organizan una celebración familiar. Es el año 2015 y todo trascurre con normalidad, a pesar de ciertas llamadas y un invitado especial. En el año 2016 llegan cambios de sus dueños y las reivindicaciones económicas de sus empleados, ausencias. 2017, rebelión, antes de una mirada de un Brasil contemporáneo, justo antes de un nuevo cambio. Esta evolución se presenta no exenta de un humor especial y sobresalientes interpretaciones, en especial de Regina Casé.


Dirigida con precisión de escuela, el film nos cuenta la corrupción en Brasil, los fugados, los políticos, los propietarios encarcelados... a través del sueño de una empleada doméstica cuyas consecuencias son interminables: veranos de desigualdad con diálogos, luz, casa de ensueño, un trazo en longitud de personajes, alegría y penuria hasta el final. Tres veranos resulta una película oportuna en el buen sentido, necesaria de ser vista, incisiva, sin samba pero con corazón.