Esta puede ser la comedia del verano 2020, exactamente lo mismo que estos días estamos asistiendo a la Eurocopa 2020. Operación Camarón tenía previsto su estreno para el viernes 13 de marzo de ese año y no hace falta recordar, comunicación del presidente de Gobierno incluida, lo que nos tocó vivir a partir de esa fecha y lo que aún estamos viviendo. La película está dirigida por Carlos Therón, cuya trayectoria está repleta de comedias como Fuga de cerebros, Es por tu bien y Lo dejo cuando quiera, títulos todos ellos con una clara vocación de producto para el gran público pero construidas con sólidos elementos, especialmente las dos últimas, con un buen guión y una historia contada de manera muy competente en la que, entre los gags y situaciones cómicas, se cuelan otras mas serias y valores importantes.
En el caso de esta película son la amistad, la lealtad, la familia, la determinación y el amor los que prevalecen en una situación de enredo y confusión, como es la de la incursión de un agente de policía como teclista de una banda –CANI-, para la identificación y detención de un traficante de drogas sumamente escurridizo. Las situaciones no sorprenden en absoluto, pero el guion se construye aderezado por interesantes situaciones en las relaciones personales. El otro gran valor de esta película es la pléyade de actores y actrices cuyos personajes, aún teniendo pequeños papeles, están muy bien construidos, haciendo que las diferentes secuencias tengan siempre el respaldo de sus buenos trabajos, aunque estén lejos de los minutos de los que disponen los principales. Estamos ante una película que trata sobre narcotraficantes y sus negocios en los que están presentes la extorsión y el asesinato para el logro de sus propósitos, y la película jamás se pone de costado ante tales situaciones, mostrándolos sin ápice de condescendencia y con toda la carga de negatividad que contienen, sin blanquearles ni un solo segundo, de manera que no generan la mas mínima simpatía en el espectador.
Operación Camarón está protagonizada por Julián López -que, con su reciente reconstrucción odontológica, ha ganado en imagen sin perder intensidad en su trabajo-, a quien acompañan actrices y actores de gran nivel como Natalia de Molina, ganadora de sendos Goyas en 2013 y 2015; Carlos Librado (trilogía del Baztán), Miren Ibarguren (Fe de etarras y las series Arde Madrid, Anclados), Canco Rodríguez (programa Tu cara me suena), Julián Villagrán (María y los demás y la serie El ministerio del tiempo, con su impagable recreación del pintor Diego Velázquez), Paco Tous (Los hombres de Paco), Antonio Dechent (A puerta fría, El aviso), Adelfa Calvo (El autor, El verano que vivimos) Alberto López (El mundo es nuestro, Allí abajo), Manuel Burque (Requisitos para ser una persona normal y la serie Vida perfecta), que además es coautor del guion.
Como puede comprobarse, la relación de intérpretes contrastados parece inagotable y eso se agradece, porque nos entregan una comedia digna, agradable de ver y que no trata al espectador como si no tuviera cerebro. Entre gag y gag, nos cuenta cosas relevantes y puede ser la película española que dé le nota este verano. Por cierto, las canciones creadas por Riki Rivera son muy pegadizas, especialmente Chico perfecto, y contribuyen al buen rito y optimismo de la película. A los espectadores que tengan la paciencia de esperar en su butaca hasta el final de los títulos de crédito, tendrán un regalito extra a cargo del protagonista.