El cine sigue correspondiendo a las realidades de la vida, sueños, deseos, grandezas, miserias... y toda la composición del ser humano. Si a estas circunstancias añadimos, entre otras muchas, el espacio de la identidad sexual, el arte cinematográfico nos ofrece muchas películas sobre la búsqueda del lugar en el mundo, homosexualidad, relaciones, destinos... en un campo sobre el cual, repito, el cine ofrece diferentes aspectos. En esta ocasión, el film Lola, película belga, nos ofrece el tema de la transexualidad-transgénero que, con la dirección del cineasta Laurent Micheli, nos presenta una historia de adolescencia y reinvención con elegancia absoluta en contenido y resultado.
Lola es un relato apasionante, sobrio, intenso, sórdido... una road movie sobre los prejuicios, sencilla en su manera de tratar la identidad, emotiva en un cuadro de viaje iniciático sobre la adolescencia, la tolerancia, cuyo encuadre en formato cuatro tercios es un acierto desde muchos ángulos fílmicos. Lola, 18 años, vive en un hogar de acogida junto a su único amigo, con un carácter impulsivo, solitaria, se encuentra en vías de obtener el titulo de asistente de veterinaria. Cuando su madre fallece, su padre se asegura de que asista a la ceremonia. Unos años antes, su padre la expulso de la casa familiar, en ese momento Lola era Lionel. Ahora el padre está decidido a cumplir el deseo de su mujer fallecida: realizar, junto a Lola, un viaje al Mar del Norte en las dunas de la casa de la infancia de madre y esposa en depositar las cenizas.
El film es una línea fina de encuentro y desencuentro, distancia, cercanía, cuyos personajes, entre silencios y diálogos, protagonizan un recorrido fascinante de quién fue, quiere ser y es. El ritmo, la banda sonora y, sobre todo, las grandes interpretaciones de Mya Bollaers y Benoit Magimel confieren a la película credibilidad absoluta. Sentimientos, planos ajustados, sin grandilocuencia, Lola es un magnífico cuadro fílmico sobre los vértices de la transexualidad, fundamentalmente sobre el punto culminante de la comprensión y el respeto a la libertad individual, sus decisiones, su llegada a su destino, un film excelente de costuras emocionales, sobresaliente en contenido y forma.