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Crítica: "Relic", por Javier Collantes

Las sorpresas cinematográficas suelen llegar envueltas en tonos modestos, casi pasando por la delgada línea que se traza entre la razón de mostrar y, a veces sugerir, dentro de momentos puntuales. El terror reflejado en imágenes suele suponer diferentes posicionamientos del punto de vista que el cineasta filma desde la dirección, el miedo a través de recursos estilísticos o, simplemente, una muesca extendida del llamado pulso narrativo. Cine de impacto.


Bajo estos prismas y otras derivaciones de este género fílmico se encuentra Relic, película del año 2020, de Australia, dirigida en su debut por Natalie Erika James, quien, procedente del cortometraje, nos ofrece un thriller de terror y miedo con un excelente pulso narrativo que llena su texto narrativo, excelente y diferente cine intimista salpicado de sustos, pero, sobre manera, en las secuencias de miradas y la correspondencia del núcleo familiar.


Con un argumento cuyo escenario es la naturaleza humana, el paisaje, una casa de campo... una abuela, una madre, su nieta... Ante la desaparición y posterior vuelta de la primera son atacadas las tres por una demencia que está causando estragos en sus personalidades. Recuerdos, fotografías, un árbol, una bañera, la vejez, la enfermedad, la demencia senil... y los modos del cine de terror japonés, fenómenos paranormales, casas encantadas...


La intensidad en sus secuencias y sus modos turbios penetran en la mente del espectador a través de sus personajes, un cuento aterrador en cada instante de su metraje y un buen estreno en el largometraje de la directora. Junto a una notable fotografía y una adecuada banda sonora, destacan las interpretaciones sobresalientes de la extraordinaria Emily Mortimer, Bella Heathcote y Robyn Nevin, terceto de impecables registros en cada gesto.


No se puede olvidar el punto determinado en sus transiciones, sin romper el ritmo. La película es un emotivo, sensible y audaz ejercicio fílmico que retrata las relaciones familiares, la consciencia y el inconsciente de la mente humana, un film atípico de cine con poso en todo su conjunto, cuyo profundo desarrollo resulta ser una joya con un final digno de pasar a otra calificación del cine. Relic, una obra reposada, directa y distinta.