Continuando con el recorrido por la recuperación de la experiencia cinéfila como actividad cultural, lúdica y de evasión, recurso y escenario cinematográfico, o elemento socializador, entre mis títulos favoritos dentro de este contexto, El último gran héroe.
El bueno de Arnold Schwarzenegger encarna a Jack Slater, un héroe del cine de acción y personaje ficticio al que 'se le cuela' en su película un jovencito 'del mundo real', Danny Madigan. ¿Cómo es eso posible? Pues con mucha imaginación y con una entrada mágica.
El ticket se lo facilita el bonachón del acomodador y fue, tiempo atrás, del mismísimo Houdini. Danny se introduce en la pantalla y forma esta curiosa pareja, viviendo una serie de trepidantes aventuras fílmicas en diferentes 'universos'. ¿A quién no le gustaría?