Dando por finalizado el año 2019, literal y cinematográficamente hablando, me sumo a mis compañer@s en el ejercicio de seleccionar las que para mí han sido las mejores películas de la temporada (alguna ausencia hay pero es por la falta de tiempo en su visionado), varios títulos a mencionar y la valoración de las diez 'principales'. Entre los films destacados que rozan entrar en lo mejorcito del año 2019 (en mi humilde opinión) se encuentran Mula, nueva muestra de eficacia pero no brillantez de un Clint Eastwood en estado de redención con más humor de lo imaginable; también El candidato, un ejercicio cinematográfico solvente del realizador Jason Reitman con una trama muy interesante sobre el mundo de la política y del periodismo y cómo ambas se enfrentan/complementan así como la notable interpretación de su protagonista Hugh Jackman.
En esa misma lista figuran Gracias a Dios, drama de origen francés basado en un hecho real que se adentra tanto en el drama de víctimas que han sufrido abusos sexuales por parte de un sacerdote como de la indiferencia que se muestra desde ciertos sectores este tipo de delitos, amén (nunca mejor dicho) de hacer cuestionarse ciertos dogmas de fe al espectador; 6 en la sombra, un divertimento sin complejos repleto de acción y escenas espectaculares cargada de adrenalina; y, por último y antes de entrar en el top 10, citar la última cinta de Daniel Sánchez Arévalo, Diecisiete, una road movie ambientada en parajes cántabros cargada de emoción, buenos sentimientos, drama cotidiano y también buen humor con unos personajes bien definidos que tienen un recorrido madurativo notable. Apuesta certera de muy buen cine español.
El Top 10 lo abro con Spider-Man. Lejos de casa, un acierto de secuela que supone un viaje evolutivo del personaje protagonista en ésta mezcla eficaz de comedia juvenil y cinta de aventuras y acción con un curioso giro de guión y un villano bien representado. En el nueve se sitúa Cómo entrenar a tu dragón 3, cierre muy notable de una trilogía que alcanza en este capítulo final cotas de madurez, emotividad y ritmo narrativo muy pocas veces visto en el cine de animación reciente, con una belleza visual impecable y cuenta con un sólido guión y el buen hacer en la dirección de Dean DeBlois responsable por ejemplo de Lilo & Stitch. A continuación, Rocketman, biopic musical del artista Elton John mostrado en toda su complejidad a través de unos números musicales fantásticos y de un excelente e inspiradísimo trabajo actoral del señor Taron Egerton que cumple sobradamente en todos los aspectos que el personaje requiere.
Green Book lo coloco en el siete. Una muy grata sorpresa esta road movie realizada con excelente pulso por el señor Peter Farrelly sobre la amistad que se establece entre los protagonistas, magníficamente interpretados por Viggo Mortensen y Mahershala Ali, destacando su ambientación, los personajes bien construidos y un mensaje en contra de los prejuicios y la intolerancia sin olvidar el lado más amable de la historia que se cuenta. Vengadores: Endgame, cierre de una saga que apuesta por no repetir la fórmula de su anterior y más directa entrega convirtiéndose en un film de aventuras, con un gran afán de contar y cerrar las tramas de sus personajes llega al seis. Equilibra muy bien la alternancia de momentos dramáticos y cómicos sin renunciar a la acción y épica que éste tipo de films requieren.
El Top 5 lo encarrila El vicio del poder, mezcla inteligentísima de biopic (nada tradicional del exvicepresidente estadounidense Dick Cheney) y mordaz crítica política y a la corrupción que la envuelve con un lenguaje cinematográfico único (saltos temporales, voces en off y retazos humorísticos llenos de sátira). La máxima expresión de cómo el poder puede corromper al hombre, especialmente en las esferas políticas. Superlativos los trabajos de Amy Adams, Sam Rockwell y sobre todo Christian Bale que realiza una de sus mejores actuaciones, merecidísimas todos los elogios hacia su gran trabajo, sencillamente inmenso.
Siguiendo el recorrido de lo mejor del año, Toy Story 4 en el número cuatro. Una de las sorpresas del año. Pixar da continuidad a una aparentemente trilogía perfecta con un film que, sin olvidarse de cierto toque nostálgico se arriesga en ampliar horizontes y avanzar en las aventuras de éstos juguetes dando mucha importancia al viaje emocional de los mismos, adentrándose en las motivaciones que tiene un juguete, especialmente Woody (protagonista absoluto de la cinta), Bo Peep (toda una revelación al que se le da un peso necesario en la cinta y que está muchísimo mejor desarrollado que en anteriores entregas) y una nueva incorporación Forky, todo un roba escenas. Pixar demuestra estar sobradamente capacitada para divertir, llegar al corazón y firmar un film de una factura técnica y visual sin fisuras.
En el número tres, El irlandés, drama sobre el mundo del crimen organizado, sobre la desaparición del sindicalista Jimmy Hoffa y sobre parte de la historia americana a través del personaje principal encarnado por un increíble Robert De Niro acompañado por un plantel de gigantes de la interpretación como Al Pacino, Joe Pesci (un Oscar absolutamente merecido en su mejor interpretación, absoluto robaescenas), Harvey Keitel y de la muy destacable Anna Paquin. Su larga duración esconde una puesta en escena cuidada, detallada y equilibrada, un sólido guión tremendamente interesante, divertida, violenta, triste y crepuscular. Lección cinematográfica magistral del señor Martin Scorsese.
Un puesto por encima, Erase una vez en... Hollywood, carta de amor cinéfila del señor Quentin Tarantino, rememorando las sensaciones que despertaron en él las películas con las que se crió, homenaje al cine realizado en los 50, 60, 70, los seriales televisivos, al Hollywood dorado, mirada nostálgica a un tiempo pasado mágico. Leonardo Dicaprio y Brad Pitt están perfectos en sus roles protagonistas así como Margot Robbie quién desprende encanto cada vez que aparece en pantalla. Demostración de maestría ý excelencia de un realizador que consigue un trabajo bien estructurado, con un enérgico ritmo narrativo, unos diálogos brillantes y un final memorable.
Y encabezando la lista Joker, reinterpretación de un personaje de cómic al que su director y guionista otorga una enorme complejidad con muchísimas capas por descubrir e interesantes giros narrativos. Es el viaje del personaje de Arthur Fleck, interpretado por un descomunal Joaquin Phoenix (su Oscar está asegurado), un hombre con problemas mentales que sufre la incomprensión de una sociedad casi igual de enferma que él. Un ser complejo que en la narración se preocupan por explicar el contexto en el que habita Fleck y su estado (la cinta se rinde por completo al servicio de la actuación del protagonista) y cómo todo ello afecta a un ser enfermo que sufre de soledad e incomprensión en búsqueda de lazos afectivos y víctima de vejaciones siendo testigos de cómo se agrava su enloquecimiento. Es un film incómodo, lleno de violencia psicológica, dura, rico en matices, que hace reflexionar al espectador sobre muchas cuestiones que se presentan en él con multitud de lecturas e interpretaciones que no deja indiferente a nadie, en una fusión perfecta de realidad/ficción/fantasía/verdad-mentira.