No deja de sorprenderme el criterio que se sigue a la hora de producir y estrenar en salas de cine ciertos títulos en detrimento del trabajo de cineastas como Cuarón, Scorsese o (de quien nos ocupa) Michael Bay, realizadores con una dilatada experiencia y carrera lo suficientemente notable (algunos mucho más que otros, claro está) que han encontrado en Netflix un refugio. 6 en la sombra es un divertimento espectacular cuya factura, no en vano cuesta la friolera de 150 millones de dólares, luce y mucho en cada plano, perfecta para disfrutar en pantalla grande -cuanto más mejor-, repleta de persecuciones, tiroteos, peleas, explosiones y hasta parkour extremo al servicio de una trama ligera.
Un grupo de seis personas, cada uno con habilidades especiales, finge su muerte, borrando así su pasado, para formar un equipo cuya misión, desarrollada en diferentes partes, es derrocar a un líder tiránico de un país ficticio (acabado en 'istán') y sus esbirros. Un guión nada complicado que no se toma en ningún momento en serio, con alguna sorpresa inesperada y una estructura narrativa que recuerdan a otros trabajos de los responsables de este libreto, Rhett Reese y Paul Wernick, que si bien flaquea en el desigual peso de sus protagonistas (una muy desaprovechada Adria Arjona), algunos estereotipos relacionados con los personajes principales o la pequeña e innecesaria trama amorosa del personaje de Ryan Reynolds con el de Elena Rusconi, sirve de perfecto hilo conductor para marcar el camino de esa gran atracción vertiginosa, llena de ritmo y espectacularidad capitaneada por el señor Michael Bay.
En el plano actoral destacar a Ryan Reynolds que cumple sin sorpresas en un papel 'hecho a su medida' que podría haberse desarrollado mucho mejor, a Mélanie Laurent como una increíble mujer de acción con imponente presencia y a Manuel García-Rulfo, quien posee un increíble talento para la comedia (y la acción). 6 en la sombra es una buena prueba de los niveles de espectacularidad que Michael Bay puede llegar a alcanzar, muy loca, visualmente llamativa, con un cierto toque gore que resulta una curiosa novedad no vista a esos niveles en su cine, intensa, frenética y que no esconde lo que es, un gran entretenimiento de acción ruidoso con toques de humor desbordante de adrenalina.