El próximo viernes, 22 de noviembre, se estrena Intemperie, adaptación cinematográfica por Benito Zambrano de la novela homónima de Jesús Carrasco. Este margen de tiempo antes de su estreno en salas se presenta como la oportunidad idónea para leer Intemperie (Seix Barral), debut literario del autor que ha sido identificado como la mezcla entre la riqueza de Miguel Delibes y la fuerza de Cormac McCarthy. Ahí es nada este par de referencias fílmicas.
Un niño escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres que lo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.
Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia, un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua. En ese escenario, el niño, aún no del todo malogrado, tendrá la oportunidad de iniciarse en los dolorosos rudimentos del juicio o, por el contrario, de ejercer para siempre la violencia que ha mamado.
Protagonizada en cines por Luis Tosar (Ventajas de viajar en tren), Luis Callejo (Mientras dure la guerra), Vicente Romero (Malaka) y el joven Jaime López, Intemperie es un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo, una novela tallada, palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota, entre las grietas secas de la tierra, con una fuerza inusitada.
Publicada en más de 20 países, Intemperie, de la que se puede escuchar AQUI un fragmento, posee, según la crítica especializada, alma de clásico, un espíritu basado en la prosa de personalidad propia de su autor. Jesús Carrasco (La tierra que pisamos), pacense residente en Sevilla, ha conseguido, entre otros reconocimientos, el Premio Libro del Año otorgado por el Gremio de Libreros de Madrid y el Prix Ulysse a la Mejor Primera Novela.