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Crítica: "Antes de la quema", por Paco España

Es de agradecer que una comedia española se tome en serio a si misma y también a sus potenciales espectadores, como es el caso de Antes de la quema, no obstante su director es Fernando Colomo, responsable de títulos como Bajarse al moro, La línea del cielo, Los años bárbaros, El próximo Oriente, La isla bonita o La tribu. Realizador irregular, pero con una larga carrera e indudable prestigio desde que en el año 1976 firmara el clásico cortometraje Pompurrutas imperiales, el cual se basaba en el malentendido producido en la transformación del verso 'Voy por rutas imperiales' del himno falangista Montañas nevadas.


Antes de la quema es una comedia-thriller que toca muchos temas, tráfico de drogas, robos, carcelario, social por falta de recursos, enfermedad, romántico, venganza y chririgotas de Cádiz. Un 'popurrí' que podía haber acabado en desastre, pero que se gestiona con la suficiente habilidad para mantener el tipo y la coherencia en todas esta serie de ramificaciones argumentales sin perderse y haciendo que unas se crucen con otras sin colisionar. Para lograr esto es fundamental el guión de Javi Jáuregui y un bien elenco de actores y actrices que demuestran su buen hacer y profesionalidad.


El protagonismo absoluto es del actor canario Salva Reina (Señor, dame paciencia, Villaviciosa de al lado y Allí abajo) al que pudimos ver hace unos años en la Sala Bretón de Astillero con el espectáculo Reyes y Reina, que compartía con el malogrado genio del humor Pedro Reyes. Junto con él, aportan su calidad interpretativa, la frescura de Manuela Velasco (REC, Velvet, Inquilinos) la versatilidad todo terreno de Maggie Civantos (Vis a vis, Las chicas del cable, La pequeña Suiza) la credibilidad y eficiencia de Joaquín Nuñez (Grupo 7, ¿Quién mató a Bambi?, Mi querida cofradía) la solidez, veteranía y expresividad inigualable del gallego Manuel Manquiña (Airbag, Año mariano, Se quien eres, Rey gitano, Arde Madrid) además de María Alfonsa Rosso y Sebastián Haro en papeles más pequeños pero no menos importantes.


Antes de la quema es una película que ama 'la tacita de plata', con su aroma caribeño que se evapora bruscamente con el viento del estrecho, ama la ciudad, sus gentes y sus costumbres que, aunque en ocasiones se aproxima a los estereotipos andaluces y especialmente gaditanos, huye de ellos para mostrarnos unas gente y unas costumbres con la humanidad y sobre todo seriedad, que en muchas ocasiones no se les atribuye.