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"Ribadedeva en Corto... y en la vecindad", por Paco España

Los días 13, 14 y 15 de agosto se ha desarrollado en Colombres, bella y colonial localidad asturiana, la decimocuarta edición del festival de cine REC - Ribadedeva en Corto, una larga trayectoria que consolida este certamen en el panorama del cortometraje nacional. Javier Sampedro, técnico de cultura municipal, y María Luisa Fernández, concejala de cultura, son los artífices y almas materiales de la importante actividad cultural en esta pequeña población, vecina de Unquera.


El jurado estuvo compuesto, además de por las dos personas mencionadas, por el cántabro José Ramón Saiz Viadero, Fran Vaquero, Vivi Cuenca, Samuel Álvarez, Juan Bonifacio Lorenzo y David Calderilla. Los cuatro premios otorgados se han repartido de la manera siguiente: Premio al Mejor Cortometraje Asturiano, Llegar, de Kiko y Javier Prada; Premio a la Mejor Interpretación, Francisca Iglesias, por Matria, de Álvaro Gago; Premio del Público, Mujer y filipina, de Luis J. Barroso; y Premio del Jurado, Marta, de Lucía Forner Segarra.


Llegar es un interesante trabajo de los hermanos Javier y Kiko Prada, productores asimismo del cortometraje Eat my shit y el afamado largometraje, dirigido por Eduardo Casanova, Pieles. Llegar es una secuencia entre dos mujeres, interpretadas por dos magníficas actrices -Violeta Orgaz y Raquel Pérez-, en busca de una segunda oportunidad. Si se dan las condiciones necesarias, cabe la posibilidad de que este trabajo sea el germen de un producto cinematográfico de mayor duración.


Francisca Iglesias, en Matria, es una actriz natural no profesional que realiza un trabajo descomunal en un estupendo y multipremiado cortometraje, preseleccionado para los Oscar, de Álvaro Gago. Cuenta la trepidante historia, de ficción con estructura de documental, de la jornada laboral y familiar de una mujer en la costa gallega.


Mujer y filipina pretende contar, en clave de humor, una historia sobre la transexualidad dentro de una pareja hetero. Cualquier historia es susceptible de tratarse en clave de comedia, pero, como dicen los que saben, 'la comedia es una cosa muy seria', como ya dejaron claro Wilder, Lubitsch y aquí Cobeaga. La banalización de una temática como la transexualidad en base a la vulgaridad, lo chabacano y una estrategia de 'caca, culo, pedo, pis' para empatizar con el espectador y provocar su sonrisa fácil, no es tomarse en serio la comedia. El corto ostenta el buen trabajo de sus dos protagonistas, Raquel Barcala y Simón Ramos, y la dificultad de tratarse de un prolongado (demasiado) plano secuencia con un imprevisible perro por el medio.


Marta es la historia de una joven que pretende ser asesina en serie. Desde el punto de vista técnico, el trabajo es impecable, pero desde el punto de vista argumental falla en el planteamiento, el nudo y el desenlace, incurriendo en la falta de verosimilitud, la repetición y la total ausencia de claridad en la progresión de la historia. Sus protagonistas son Thaïs Blume y Daniel Pérez Prada, extraviados y sin rumbo. Extraña en este último, un actor habitualmente solvente, la poca calidad de su trabajo en este caso. El hecho de que el peso dramático recaiga en una mujer, siguiendo la tendencia reivindicativa actual, no puede ser la única justificación para designar este flojo trabajo como el mejor recibido entre los 770 de esta edición.