Argentina, Suiza y Polonia, Francia, Inglaterra y Turquía, México y España. Estos son los países de procedencia de las mujeres protagonistas de los seis espectáculos de la III Muestra Internacional de Teatro Mujeres que cuentan, ciclo escénico organizado por Ábrego Teatro para dignificar y visibilizar a la mujer creadora y poner en valor el papel de las mujeres en esta disciplina artística. Como dato, desde 1980 se han otorgado diez Premios Nacionales de Teatro a mujeres frente a la treintena concedidos a hombres.
En clave doméstica, de ocho Premios La Barraca, concedidos por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, sólo uno ha recaído en una mujer. Del 13 de octubre al 18 de noviembre, la Teatrería de Ábrego en Oruña de Piélagos será el escenario al que se subirán todas ellas con propuestas de todo tipo: teatro gestual, comedia burlesca, teatro textual, cabaret... una combinación de montajes que buscan las emociones pero también la reflexión y la denuncia en torno a la naturaleza humana o la violencia de género.
La III Muestra Internacional de Teatro Mujeres que cuentan levantará el telón este viernes y sábado, 13 y 14 de octubre, con Leona, cabaret cómico musical en el que María Miguel, bajo la dirección de Jesús Almendro, interpretará, a las 20:00 horas y con entradas al precio de 10 euros al igual que en el resto de funciones, a varios personajes que son uno: desde la soñadora de un tiempo pasado a la mujer sola reafirmada en su condición, pasando por la devora-hombres a la que engaña un hombre.
Tomará el relevo, viernes 20 y sábado 21 de octubre, la argentina Trinidad Asensio, en este caso interpretando Brazadas, un espectáculo dirigido por Gabriela Ruedas que narra la historia de Doris, una mujer que llega a un pueblo rodeado de agua donde tiene que aprender a nadar para ser aceptada. Precisamente, en la natación encuentra el medio para librarse de su pasado y un arma de seducción para emprender una nueva conquista. Así vivirá una historia de amor extraña e inexplicable que le dejará marcas imborrables.
Viernes 27 y sábado 28 de octubre, Olga Domanska y Sonia Sbika, creadoras e intérpretes, protagonizarán Silent Pact, espectáculo de teatro gestual donde ambas artistas dan vida a dos hermanas gemelas, muy dependientes la una de la otra, que hicieron un pacto para mantenerse alejadas del resto del mundo, creando un lenguaje secreto y único. Cuando trataron de regresar al mundo exterior ya era demasiado tarde. Esta obra sin palabras se sirve de las situaciones y la coreografía para dialogar con el espectador e invitarle a reflexionar.
Para comenzar noviembre, viernes 3 y sábado 4, tendrá lugar el estreno mundial de Queens, una comedia negra caótica sobre nuestra sociedad consumista y auto-destructiva creada y protagonizada por la francesa Clemence Caillouel y la inglesa Sarah Calver en torno a dos reinas rechazadas por un sistema al que ya no pertenecen. Ambas se reúnen para encontrar la manera de volver a los viejos tiempos. Antes enemigas juradas, ahora añoran juntas los recuerdos de su antigua vida enterrando viejos rencores para salvar su 'especie'.
La siguiente protagonista será, viernes 10 y sábado 11 de noviembre, la mejicana Marisol Salcedo, quien interpretará a Frida Kahlo en Viva la vida. Esta obra de Humberto Robles, dirigida por Carles Solsona, es un monólogo entre el humor, el dolor y la pasión. En un día de muertos, Frida Kahlo espera a sus invitados y, mientras cocina, evoca a Diego, Rockefeller, Trotsky... expone su opinión sobre los artistas, sobre México, Estados Unidos, Francia... y surge inevitablemente el recuerdo de su accidente y la presencia de la muerte.
La III Muestra Internacional de Teatro Mujeres que cuentan se clausurará, viernes 17 y sábado 18, con Ábrego Teatro y la representación de La novia del viento, obra escrita y dirigida por Pati Domenech, en homenaje a Leonora Carrington -de la que este año se cumple el centenario de su nacimiento-, protagonizada por María Vidal. Ingresada con apenas 20 años en un psiquiátrico de Santander, donde padeció un intento de castración psíquica para anular su capacidad creadora, Carrington, musa de Max Ernst -por él llamada 'la novia del viento'-, resultó una artista comprometida.