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La música de muchos hijos, un mono y un castillo

Después de su exitosa puesta de largo en el Festival de Karlovy Vary, certamen en el que consiguió el Globo de Cristal al Mejor Documental, Muchos hijos, un mono y un castillo, nuevo trabajo tras las cámaras del también actor Gustavo Salmerón, se presentará en dos de las próximas citas cinematográficas más importantes. A nivel internacional, del 7 al 17 de septiembre, en el XLII Festival de Toronto; a nivel nacional, del 22 al 30 de septiembre, en el Festival de San Sebastián. En ambos casos, además, sonará la partitura de uno de los nuestros.


Con la música del cántabro Nacho Mastretta, que repite con Salmerón tras haber puesto música a su cortometraje Desaliñada -Premio Goya-, Muchos hijos, un mono y un castillo participará en la sección TIFF Docs del festival canadiense junto a otros títulos musicales como Eric Clapton: Life in 12 Bars, de Lili Fini Zanuck (Reino Unido); Sammy Davis Jr.: I've gotta be me, de Sam Pollard (EEUU); o Super Size Me 2: Holy Chicken!, la secuela del reconocido trabajo de Morgan Spurlock (EEUU).


Por otro lado, Muchos hijos, un mono y un castillo hará lo propio en el LXV Festival de San Sebastián, concretamente en la sección Zabaltegi-Tabakalera, apartado que pone el foco en obras que saltan entre géneros y formatos como este nuevo documental de Gustavo Salmerón; Saura(s), de Félix Viscarret; los cortometrajes Plaga, de Koldo Almandoz, y Plus Ultra, de Samuel M. Delgado y Helena Girón; o la serie Vergüenza, de Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero. 


Rodado en localizaciones de Barcelona, Cuenca y Valencia, Muchos hijos, un mono y un castillo, cuyo metraje ha sido seleccionado entre más de 400 horas de material rodado, parte de un guión coescrito por el propio Salmerón junto a Raúl de Torres y Beatriz Montañez, una estructura confeccionada con el paso de los años y el retrato de los vaivenes de una familia liderada por una curiosa matriarca.


Julita, la madre, ha cumplido todos sus sueños de tener una familia numerosa, un mono y un castillo, y ahora sufre los efectos de la crisis económica, sin dinero para poder mantener el imponente inmueble, y a base de iniciativa y tacto logra mantener a la familia a flote. Muchos hijos, un mono y un castillo resulta, en su condición documental, una comedia de ficción con raíz personal y familiar.