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Recomendación LdC: Bernardo Bertolucci

Sin lugar a dudas, Bernardo Bertolucci es uno de los grandes directores del panorama internacional y uno de los indiscutibles estandartes del llamado cine de la modernidad, argumentos de categoría para que sea protagonista del último volumen de la colección Signo e Imagen. Cineastas de la editorial Cátedra. Enric Alberich firma Bernardo Bertolucci, un repaso de cine en sus más de 300 páginas a esta figura imprescindible cuyo brillo eterno constató en las premisas narrativas, visuales y circunstanciales de la memorable Soñadores


De pensamiento heterogéneo e influencias varias, sus evidentes contradicciones definen un estilo propio en el que procesa y archiva conductas psicoanalíticas, posicionamientos marxistas y herencias de la 'nouvelle vague'. Temperamentalmente pragmático y poéticamente romántico, el reconocido Bertolucci transita con normalidad aparente entre corrientes fílmicas próximas a Cocteau o Renoir.


Antiguo exponente de una asombrosa precocidad fílmica retratada fundamentalmente en clave documental, Bertolucci alcanza la categoría de culto y entra en los anales de la historia cinematográfica en los años setenta merced al enorme impacto suscitado por El último tango en París, un título que populariza su figura y facilita su progresiva conversión en cineasta internacional.


A partir de este punto, su estilo personal serpentea entre un carácter filosófico espiritual, un compromiso erótico festivo con toques de voyeurismo participativo y una socialdemocracia de trinchera. En este camino de celuloide, se suceden la monumental Novecento, la oscarizada El último emperador o la introspectiva El cielo protector, abriendo entonces un marcado paréntesis.


El pequeño Buda y Belleza robada se convierten en irregulares dientes de sierra que dan paso, en las postrimerías de su condición de director, a un esperanzador regreso intimista a su espacio mejor conservado, un territorio delimitado por las claves geográficas de su trayectoria más brillante en la que recupera su persuasiva seducción en base a una traducción de proverbiales imágenes perdurables en Soñadores. Bernardo Bertolucci, de Enric Alberich, ofrece una mirada prometedora a un cineasta para el deleite entre cinceles y acuarelas.