En un centro de educación de menores, Leo, un niño que llegó allí ocho años atrás con amnesia sobre su identidad y su pasado, se va a reencontrar con esa zona oscura y desaparecida de sus recuerdos. Va a ser presentado a lo que queda de su familia, su madre y su tío. Con este planteamiento tan interesante comienza La próxima piel, y, dado que el protagonista no recuerda a su familia y esta no sabe si aquel niño que desapareció es ahora este enigmático muchacho, la gran duda está planteada.
La interpretación de Emma Suárez como madre le valió uno de sus dos Goyas -Actriz de Reparto- en la pasada entrega de estos premios, pero esto probablemente no hubiera sucedido sin el contrapunto de Alex Monner, actor al que recordamos por otro gran trabajo en la serie de televisión Pulseras rojas -creada por Albert Espinosa- y su magnífica composición del hijo aparecido.
La calidad en las interpretaciones de esta película de Isaki Lacuesta, invitado en el pasado Festival Nuevas Olas de Santander -donde impartió una masterclass sobre el proceso de construcción de esta película-, y su habitual Isa Campo no acaba en estos dos protagonistas. Del mismo modo, Sergi López (El laberinto del Fauno, Harry, un amigo que os quiere), como oscuro y escéptico tío, y Bruno Todeschini (La delicadeza, Conexión Marsella), el educador responsable del centro de menores, construyen unos personajes repletos de verdad y credibilidad a pesar de la dificultad que conllevan.
Una madre repleta de afecto y dispuesta a reconocer cualquier joven como su hijo desaparecido. Un chico aparecido lleno de enigmas y de recuerdos o no. Un escéptico pariente que oculta una terrible verdad. Son las tres personalidades que se mueven en el frío territorio del pirineo aragonés marcado por la nieve, pero, como sucede en la mayoría de las películas nórdicas, hirviendo en su interior.
Con un presupuesto que no llega a los dos millones de euros, cuatro premios en el Festival de Málaga (Especial del Jurado, Jurado de la Crítica, Director y Mejor Actriz para Emma Suárez), el Premio Sant Jordi a la Mejor Película española... La próxima piel demuestra que se puede hacer cine interesante y atractivo para el espectador, pero todos estos elementos no son suficientes para eliminar las dificultades para encontrar distribución.