script

Crítica: "Mustang", por Javier Collantes

Las pequeñas diferencias que existen en el cine son, a veces, signos de dos valoraciones opuestas pero, no por dichas circunstancias, exentas de criterios artísticos entre escritura fílmica y contexto de un hecho que define su propia historia. En este caso, el film que nos ocupa discurre, en una definición sobre una situación determinada en un país, por los derroteros del cine social, una brújula existencial con un norte claro y una estancia indefinida.


En este sentido, la película queda construida, en base a ciertas similitudes, como un acercamiento narrativo a "La casa de Bernarda Alba" y "Las vírgenes suicidas", pero también, por su puesta en escena en un espacio cerrado real y agobiante, a "La habitación", aunque, en este caso, más distante salvo fugaces esbozos en algunas secuencias dentro de un ajustado metraje.


Con estas referencias de proximidad, esta historia ofrece una clase de cine de denuncia, tanto en fondo como en forma, sobre diversas cuestiones en torno a la manera de suprimir los derechos a las mujeres, utilizando los recursos del maltrato en todos los sentidos. Las vicisitudes veraniegas de cinco adolescentes, cinco hermanas entre 12 y 16 años, en un pueblo del norte de Turquía, un país que late entre el pasado y el presente y donde viven encarceladas por sus progenitores.


Tradiciones, casamientos y perdida de cualquier atisbo de libertad en una zona anclada con diferencias esenciales entre un Estambul cosmopolita y otros lugares intercontinentales. Desde un punto de vista estrictamente cinematográfico, el relato contiene vivencias, gestos y momentos incesantes, con una correcta dirección en una filmación para mostrar y sin cargar las tintas dramáticas.


Acostumbrado a retazos de injusticia en el ser humano, el espectador se identifica con las jóvenes gracias a un discurso contenido, palpitante y existente pero sin llegar al alegato. Este film contiene otros elementos destacables, más en su labor de documento que en sus estéticas cinematográficas. Sin ser una obra maestra, una película necesaria de visionado, una notable muestra de cine realista y un ejercicio combativo sobre la anulación de los derechos de las mujeres en otras culturas.