script

Crítica: "Ángela", de Fernando Sánchez, por Gonzalo Fernández

"Ángela": cuatro mujeres buenas. Último cortometraje del torrelaveguense Fernando Sánchez, tras un paréntesis de tres años respecto a su anterior trabajo: "Recoprem 10 mg" (2012). Fernando Sánchez, uno de los más jóvenes realizadores cántabros pero, sin embargo, de los más veteranos en estas lides (nunca mejor dicho), lleva embarcado en el submundo del pequeño formato casi 12 años (ver su blog) y, aunque su meritorio recorrido por este territorio apache no ha sido difundido tal y como se lo merecía (al menos por su veteranía), en el último año y, gracias a iniciativas como En Corto, Canelabar y CRAC..., ha estado más presente en la actualidad del cortometraje cántabro.


El panorama que nos pinta este autor, psicólogo de profesión, es una ruptura y avance importante, tanto en guión como en formas, en relación a sus anteriores trabajos. La historia de "Ángela" es la de 4 mujeres en un espacio cerrado. Una sala de cine donde se va estrenar la película de las que ellas son protagonistas. Sin embargo, unas horas antes del estreno, su directora sufre un accidente y pierde la memoria. La Filmoteca de Cantabria (con sede en Bonifaz), encuentro y relevo del C.R.A.C. (*) en estrenos de cortometrajistas cántabros desde el pasado 2014, es precisamente el escenario central y casi único de la historia de "Ángela". 


Esta película desmitifica el papel malévolo 'per se' que, desde el punto de vista masculino, se le achaca a la mujer, como si fuera una propiedad innata hacia el mundo femenino la maldad y la mala leche. Las actrices de la película tienen la oportunidad, ante este incidente desmemoriado, de vengarse y moldear a capricho a su directora. La información que vamos recibiendo es que era bastante tirana y déspota. Y es cuando entra en marcha la maquinaria malévola, que sí que es innata al ser humano y no achacable al mundo femenino en exclusividad. Las diferentes reacciones de la guionista (Laura Heredero), la actriz secundaria (Esther Lastra) y su productora (Tatiana Perdiguero) son diferentes, pero, sin embargo, coincidentes: una ocasión única de moldear, a su gusto y capricho (a la imagen y semejanza bíblica), a la amnésica directora (Sara Márquez).


Nos encontramos con una apuesta en blanco y negro, un único escenario donde se desarrolla la historia central y 4 mujeres que el director va perfilando y desarrollando en una veintena de minutos de metraje que se pasan bastante rápido. Corto contenido en el que su director no se ha dejado llevar por vericuetos excesivamente psicológicos, en consonancia con su profesión. Digno para emitir en ciclos como el Día de la Mujer o en círculos feministas, donde probablemente, así lo creo, se colaría sin que fueran excesivamente exigentes dado su condición masculina. También podría darse el caso, dada la construcción argumental del mismo, de que no se le detectara como hombre, puesto que todos sabemos que las mentalidades y sensibilidades de género son bastante dispares.


Excelente y sorprendente Sara Márquez. Contenida y sobria. ¿Desaprovechada Esther Lastra?. Y correctas Laura Heredero (con un peso y trayectoria actoral a sus espaldas necesario y fundamental para la existencia de este corto) y Tatiana Perdiguero que, con su cinismo manifiesto en esta película, cierra esta cuadratura de mujeres que demuestran ser sensibles, y con bastante dosis de humanidad, cuando podrían haber remodelado a su directora creando una criatura monstruosa. Hubiese sido un craso error porque serían el retrato del otro lado, entonces sí malévolo, de todas ellas, en mayor o menor medida.

C.R.A.C.(*) Gracias a las gestiones del Presidente del CRAC, el crítico de cine en Onda Cero Javier Collantes, este corto se pudo rodar en la Filmoteca de Cantabria.