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"Desparrame terrorífico y underground en BCN: Horrorvision 2013", por Dardo Helguera

Del 28 al 30 de Noviembre ha acontecido la quinta edición del HORRORVISIÓN: el festival independiente de cine de terror, serie-b, caspa, gore y bichos mutantes de Barcelona. O dicho de una forma más prosaica: un festival de cine totalmente consolidado en donde se dan cita una serie de desacomplejados y pirados, de todos los sexos, para disfrutar del 'fantaterror' internacional más peculiar, majara y de bajos fondos.


Este año se ha celebrado con su programación desglosada en tres días, a diferencia de ediciones pasadas. En esta quinta, como es costumbre, el chasis del festival estaba compuesto por la proyección de bloques con los cortometrajes a concurso (una tanda por cada jornada que duró el festival) y la proyección de uno o varios largos para finalizar la velada diaria. Ese eje central estructural se conformó con las películas: 


"The Demon's Rook" (James Sizerome, 2013. Estado Unidos): Una de las tantas películas que se pudieron ver en el festival de Sitges. Es una historia de demonios liberados en un pueblo que se dedicaran hacer todo tipo de perrerías infernales a los pobres habitantes que ahí residen. Planteada de una forma narrativa a lo vieja escuela artesanal ochentera, en cuanto a puesta en escena se refiere (maquillaje, FX, fotografía) goza de unas buenas secuencias de gore infernal y de una fantástica secuencia de tono marrano-festivo protagonizada por unas pobres chavalas sugestionadas para despelotarse ante la excitación y presencia magnética del jefazo de los demonios. Todo esos aspectos son la gran virtud de la cinta, pero lo malo es que entre esas secuencias de acción con chicha -las terroríficas- se sufren otras extremadamente lentas e innecesarias. Unos entretiempos coñazo y corta rollos curiosamente protagonizados por los protagonistas.


"El violador Infernal" (Damián Acosta Esparza, 1988. México): Una rapexploitation mexicana que cuenta las andanzas de un violador asesino llamado el 'gato', el cual, tras ser ejecutado en la silla eléctrica, se le aparece el demonio en forma de una mujerona de tomo y lomo concediéndole la resurrección a cambio de que vaya evangelizando por la ciudad la palabra demoniaca a la vez que tira de su famoso repertorio de perversión sexual, marca de la casa, entre todas las mujeres con las que se tope y no quieran aceptar ser convertidas en unas acolitas del mal.

La peli es un bodrio -¡y qué más da!-, pero tampoco se hace muy pesada. Pese a tratarse de un subgénero marginal y políticamente incorrecto (en principio peliagudo para el espectador no especializado o habitual) tampoco es muy potente, macabra ni entretenida. De hecho, el envolverse en el calor de ese subgénero es su mayor acierto. Eso sí, la cinta nos regala los canónicos diálogos chorras y paródicos que no tienen desperdicio alguno por parte de unos policías con severas taras de lógica a la hora de resolver el caso; y unas secuencias oscuras muy puntuales lo suficientemente interesantes para que l@s fans del género se lo pasen teta.


"100 Bloody Acres" (Cameron Caires, Colin Cairnes, 2012. Australia): Ganadora del Premio a la Mejor Película en la sección MIDNAIGHT EXTREME en el pasado Sitges. Los hermanos Reg y Lindsay Morgan son unos empresarios rurales emergentes con éxito en el sector de los fertilizantes, gracias al manejo de una fórmula secreta e impensable en donde radica tal calidad del producto: los restos de cadáveres humanos. Esto no sería tan sórdido si no fuera porque tal principio se les va a ir de las manos, incorporando vida y asesinato a la química. Este largo es, sin duda, el caballo ganador del festival en cuanto a equilibrio entre contenido innovador y calidad formal.

Innovador no por la premisa argumental de usar humanos como factor clave para triunfar en los negocios alimentarios o químicos, ya que eso, por sí mismo, es un recurso propio y más que conocido del género de terror -es más, casi sería un subgénero-; sino por el buen hacer y la maniobra nada forzada por parte de sus directores a la hora de combinar territorios narrativos diferentes como el slasher, el gore, la comedia negra y la comedia romántica en el mismo metraje. La calidad formal se debe a una cuidada puesta en escena y a una planificación narrativa muy bien resuelta que hace que uno no se aburra ni pierda la atención en ningún instante desde que empieza.


El cartel se cargó con otras actividades imprescindibles. Por un lado, la exhibición de cortometrajes fuera de competición, como "M is for Macho" (Jose Pedro Lopez, Portugal) y "Suegro, su cena está lista" (Diego Figueroa, Chile); por otro, un espectáculo de lucha libre profesional a cargo del colectivo Super Wrestling Alieance (SWA).


Puestos de compra de particulares y del propio festival en los que se podían encontrar objetos artesanales como pendientes, anillos, pulseras, bolsas, chapas, camisetas del merchandising del festival y otras de temática general del terror. Y, por supuesto, en dónde se podía encontrar el último número -el Nº9 e incluso algún número anterior- de la revista plural especializada en el género: Horrorvision.



Presentación del nuevo número, tercero de la nueva época, de la revista Horrorvision (homónima al festival) por parte de su staff de creación en la que explicaron el trabajo de producción que conlleva, los entresijos y razones por las cuales se enrolaron en este proyecto.

Mesas redondas centradas en la figura de autores invitados como Pete Tombs, una mente enciclopédica del cine de terror y trash internacional más periférico, bizarro y cochambroso metida en el cuerpo siempre curioso de un editor, realizador y creador del contenedor fantaterrorífico: "Mondo Macabro".


Horrorvision junto con él dieron rienda suelta a un coloquio-entrevista popular en el que se exploró las inquietudes personales y vitales que le llevaron a interesarse por el género en todas sus vertientes; y a repasar su conocimiento cinéfilo a través de un sin fin de películas perdidas, auténticas perlas de plástico -y de culto- maravillosas con las que se encontró de manera directa o indirecta a lo largo de su vida como estudioso del cine de género. Los ahí presentes pudimos disfrutar de ello de manera oral como audiovisual gracias a la proyección de dos videos que recopilaban diversas secuencias de estás auténticas rarezas tanto para el no iniciado como incluso para alguno de los más versados en exploitation.



El otro invitado especial de esta quinta edición, y entorno al cual giró las proyecciones del día de clausura, fue el director de cine Claudio Fragasso, acompañado por su mujer y guionista Rosella Drudi. Con ellos, pre-proyección de dos de sus películas -"Monster Dog" y "Troll 2"-, se pudo disfrutar de una ponencia de lo más cercana -una vez más- en la que tanto los integrantes del Horrorvision como el público asistente estimularon a base de preguntas a la pareja de artistas invitada.

Como era de esperar, muchas de las preguntas se movieron por cuestiones relacionadas con esas dos películas previamente proyectadas; regalando gustosamente anécdotas del rodaje de "Monster Dog", como por ejemplo la relación del director con Alice Cooper: uno de los intereses más recurrentes y demandados por los asistentes -al tratarse de uno de los protagonistas de la cinta- intuyendo que dirigir a una estrella del rock tiene que ser por pelotas un semillero de situaciones, cuando menos, extraordinarias tanto para bien como para mal. También se le preguntó por la experiencia de dirigir a actores españoles como Victoria Vera.


Respecto a "Troll 2", las risas no se quedaron atrás al explicar ciertas aspectos del film: desde cómo la pareja de autores contaron su reacción ante el gran disparate de la imposición del título "Troll 2" (el verdadero título de la película es: "Goblin") por parte de ciertas distribuidoras. Aclarando con gran sentido del humor -y ya cariño- que nunca se trató de la secuela de "Troll". Es más, ni siquiera la habían visto antes de hacerla. Hasta la explicación de ciertos enigmas de la película, como por ejemplo el que dio pie a su origen: una sátira contra los vegetarianos y veganos más fundamentalistas. Fragasso literalmente usó el término 'Taliban' para referirse a ellos. Seguidamente Rosella distendió inteligentemente dicho calificativo matizando y moderando el sensible asunto con sentido del humor.

También se trató la razón del detonante para llegar a ese origen argumental 'antifanatismo vegetariano' y a su vez explicación del porqué del fluido verde, siendo, en ambas cuestiones, la contestación la misma: un recurso para sortear la imposición de no poder hacer una historia de terror con sangre explicita (se entiende que roja).

A estas curiosidades hay que sumarle el dato explicativo descacharrante de que en realidad los 'goblins' de la peli son metáforas de mormones. Este último término altamente repetido por Fragasso de manera cómica y crítica durante toda la charla -junto con el de talibanes- para curiosidad y descojone de un servidor al pensar qué demonios le habrán hecho los mormones en su vida para citarlos con tanta insistencia. Lastima que no me diera tiempo a preguntárselo.


La verdad es que esta segunda conferencia fue también altamente entretenida e instructiva a nivel friki. Mi sorpresa fue el peso de autoría de Rosella Drudi frente a la de Claudio Fragasso, pese a ser la supuesta presencia 'acompañante' de la estrella invitada. En mi opinión personal, ella fue la figura que aportó la información de verdadero valor cinematográfico, demostrando una vez más que en la sombra menos valorada hay el mismo o más talento que en la luz más visible y reconocida. La mesa redonda acabó con la entrega del premio honorifico del festival a Claudio Fragasso. 



Como complemento interesante a la charla, también se puede extraer una noticia exclusiva en tiempo presente en relación con el trabajo de estos dos autores y afirmada por ellos mismos: el posible proyecto venidero de "Trol 3D", "Goblin 2" o "Goblin 2 3D" (o como puñetas se quiera llamar) en un futuro próximo. Apostillando con sorna, Fragasso, que el productor italiano ya lo tenían atado y que simplemente estaban a la espera de que se animara uno español; haciendo el chascarrillo a los ahí presentes.

Como apunte justo hay que decir que tanto Pete Tombs y Claudio Fragasso se portaron de lo lindo una vez concluidas sus intervenciones, firmando y posando en las fotos con todos los fans que a ellos acudían -que no éramos pocos, por cierto-. Por tanto, un diez para ellos al entender que el público es lo primero.


La proyección del making of del 'Megamuerte' de la película.


La proyección de "Rewind this": El exitoso documental, que también se pudo disfrutar en el pasado festival de Sitges, que narra la vital importancia del formato VHS (video home system) y su inesperado efecto para cambiar la industria cinematográfica. Un retrato nostálgico de todos aquellos coleccionistas y cinéfilos enamorados de ese cajita cuentacuentos negra y magnética y su incansable y constante odisea de hacerse con todas las rarezas en este soporte.

Al mismo tiempo, también, hace la función de manifiesto vital inquebrantable por parte de los implicados afirmando la reivindicación de las cámaras de video y del propio VHS como la herramienta de grabación y soporte más decisivo desde la invención del cine y del celuloide. El documental está complementado por las intervenciones de distintas personalidades de la industria del cine (directores, productores) y especialistas técnicos en el sector del video para arrojar luz y anécdotas relacionadas con estas tres famosas letras del video hogareño que reinaron desde su origen en 1970 hasta su bonanza en los 80 y finales de los 90.


A tenor de la proyección de "Rewind This", y de la posesión inevitable y consentida por parte del espíritu nostálgico del videoclub de la esquina en todos aquellos que ya empezamos a tener una edad, Horrorvision programó una magnífica idea como complemento perfecto para el documental y como colofón final del festival: ver en grupo una peli en VHS.

Ya que en muchas de las ocasiones, sobre todo las vinculadas con el genero de terror, fantástico y la ciencia ficción (tal y como se expone en el documental), las portadas de las películas en VHS eran las verdaderas razones de peso, pistas y estímulos (más allá de las sinopsis) para alquilarlas o comprarlas; el festival organizó la proyección en VHS de una cinta chiflada entre seis posibles candidatas como guiño a esa táctica artística de la época dorada de los videoclubs. Todas ellas cintas perdidas y maestras del disparate, dignas del mejor pasillo oscuro y con olor a plástico sobado de videoclub de toda la vida: "El Hombre Rata", "Alienator", "Gira Sangrienta", "Mutronics", "Annihilator" e "Inmortalizer".


La elegida salió de la votación realizada al entrar al recinto el último día de festival, y desvelada en el posterior recuento loco y público -desintegrador de cualquier tongo posible- en pleno clímax del mismo. La afortunada de la noche fue "Alienator", ganadora con un margen amplio respecto a las otras cinco. ¿De qué trata "Alienator"?. Pues bien, es una explotación del éxito de "Terminator" y de "Depredador" en versión señora extraterrestre vigoréxica de mediana edad, más bien tardía; medio en pelotas; con el pelo platino y de profesión caza-recompensas la cual tiene la misión férrea de capturar a un proscrito interestelar que acaba en la tierra por la incompetencia del las autoridades de turno. Comentada esta lista de diversiones, al final lo más importante de todo festival que se precie es la competición de las obras seleccionadas, en este caso: los cortometrajes. Destacando la calidad y la originalidad de muchos de ellos. La batería de participantes firman producciones internacionales (Canadá, México, Estonia, Argentina, República Checa, Islandia, Estados Unidos, Francia, Australia y Alemania) siendo la española la predominante.

Uno de los cortos seleccionados fue "Bobo Frituras", del realizador cántabro Felipe Gómez Ullate. Ideando un pastiche divertido que bebe directamente de uno de los buques insignia de la Troma, "El vengador tóxico", el realizador adapta la esencia de éste a su propia versión justiciera fritanga, demencial y B para satirizar los trabajos basura, los empresarios sin escrúpulos que los gestionan y la mala educación.


La entrega de premios se dio entre el buen rollo y jolgorio característico del festival. Los tres ganadores de esta quinta edición fueron: "Jack Attack" (Antonio Padovan y Bryan Norton. Estados Unidos): Un cuento de Halloween protagonizado por una niñera y el susodicho niño a cuidar. Ésta se animará a enseñar a esculpir calabazas al crío, y aquello saldrá como el rosario de la aurora.

"Dring of the Dead" (Mathieu Auvray y Gael Pouvreau. Francia): Cortometraje fresco entre el ya manido ramillete de obras de género zombi, que narra la repentina huida callejera de un joven que es perseguido por una no muerta hambrienta hasta una cabina de teléfono que se convertirá en una medida de defensa improvisada y acelerada por parte de él.

"Coaching for Psychopaths" (Joel Badía Soler. España): Una parodia general de los killers, y concretamente de "Dexter", en la que un aspirante a psicópata en practicas es criticado ferozmente en plena faena con su víctima por su maestro (una versión argentina, chalada, hortera, histriónica y sádica de Jaimito, pero entrada en carnes), señalando una falta clamorosa de entusiasmo y pasión por parte de su pupilo. Su director fue el único que acudió en persona a recoger el premio por una cuestión de proximidad geográfica, se deduce.


El diseño del trofeo del festival es una cinta de VHS terrorífica (plateada para los tres ganadores y dorada para el premio honorífico dedicado al invitado de edición) customizada de látex y tinta roja simulando piel y sangre churretosa: una especie de Necronomicón del audiovisual.


Nada más que decir de esta quinta edición del HORRORVISON, salvo esperar que siga creciendo de forma 'malsana' más y más cada año como festival especializado en lo underground terrorífico. Y pedirle que jamás, bajo ninguna circunstancia, deje de ofrecer risas; información; asuntos escabrosos e insanos; sangre; caspa; basura deluxe; monstruos deformes; viscosidad; pesadillas, en otras palabras: el entretenimiento sano que tanto nos priva a los fans de lo pecaminoso. ¡Larga vida, pues!