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Crítica: "Tres bodas de más", por Marta Ingelmo

"Tres bodas de más" prometía ser una de las comedias españolas del año... ¡y lo consigue!. Ruth (Inma Cuesta) es una joven investigadora a la que su novio acaba de dejar. La desesperación se apodera de ella cuando, inmediatamente después, sus tres ex novios -el que la acaba de dejar (Berto Romero), un surfero (Paco León) y un transexual (Laura Sánchez)- la invitan a sus bodas. En la primera boda a la que asiste, Ruth se apoyará en el becario del laboratorio en el que trabaja (Martiño Rivas) y conocerá a un atractivo médico (Quim Gutiérrez), que le devolverá su esperanza en el amor.


Lo que podía haber sido una comedia romántica más, se eleva a gran comedia gracias a la interpretación de una Inma Cuesta que demuestra que las guapas también saben hacer reír. La actriz hace que nos creamos al personaje que pasa por el peor momento de su triste y patética vida, y que nos sintamos identificados con él por su naturalidad. El resto del reparto tampoco defrauda. Quim Gutiérrez, el médico, nos recuerda en esta película a su papel protagonista en "Primos". El punto ridículo de su personaje le hace ser la pareja perfecta para la patosa Ruth.


Da menos de sí el papel del becario y compañero de aventuras, aunque la interpretación de Martín Rivas resulta correcta. Los ex novios también son claves en la comedia. Los televisivos Paco León y Berto Romero aseguran la asistencia del gran público a las salas y las carcajadas. Laura Sánchez consigue que veamos a un hombre en su interpretación de transexual. En definitiva, un reparto equilibrado que está a la altura de su genial protagonista.


Como advertía el director (Javier Ruiz Caldera) en una entrevista, 'la película busca la carcajada'. ¡Y la encuentra!. Quizás no sea un argumento original, ni profundice demasiado en los personajes, pero el ritmo y los gags, que en ocasiones sorprenden por lo salvajes que son, aseguran su éxito. El guión consigue que, en ocasiones, recordemos a la solterona por excelencia Bridget Jones. Además, lo mezcla con el humor de comedias como "Resacón en las Vegas" sin que el resultado chirríe.