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Crítica: "Faraday", por Nacho Sánchez

Tras meses de trabajo y promoción, llegó al festival de Sitges la sexta película de Norberto Ramos del Val: "Faraday", una comedia gamberra que reúne dos aspectos tan diferentes como la investigación paranormal y el mundo de los videoblogs en internet. En esta ocasión, Ramos del Val nos narra la historia de Faraday (Javier Bódalo), un investigador paranormal y telépata frustrado, y de Pati (Diana Gómez), una pseudovlogger con hambre de fama. La pareja se muda a un piso de Madrid que les sale tirado de precio, pero, como todo, tiene su pequeño inconveniente: está encantado. Faraday comienza a investigar de inmediato y descubre que dos personas murieron en ese piso años atrás, y que el espíritu de una de ellas sigue allí. Mientras Pati intenta aumentar su número de followers en internet, Sonia, uno de los espíritus, se comunica con Faraday y éste comienza a enamorarse de ella.


Esta película, repleta de guiños a los elementos de la cultura pop actual, se apoya en el acierto a la hora de crear los personajes que conforman el mundo de "Faraday", tanto en la escritura del guion como en la propia interpretación de los personajes. Gracias al variopinto mosaico de intérpretes, podemos disfrutar de todo tipo de escenas, cada cual más alocada. Especialmente gamberra es la escena de la fiesta que organiza Pati, en la cual el espíritu de Sonia comienza a hacer de las suyas, pero sobre todo por los tweets a pie de pantalla, que son realmente el alma de la escena y que cualquier persona que haya vagado por internet en alguna ocasión va a reconocer como familiares. Porque ésa es la estrategia de "Faraday": intentar conectar con el público hipster con lo que es más común hoy en día. Todas estas locas escenas nos llevarán de la mano a un clímax de manual que enfrentará a investigadores paranormales y vloggers en la escena que pone el punto final a esta gamberrada que es “Faraday”.


Otro punto fuerte de la película es la cantidad de cameos que ofrece, dada su estructura de falso documental o mockumentary, entre los que podemos contar a actores de la talla de Pilar Castro, Luis Zahera o Ana de Armas, y directores como Nacho Vigalondo. Es también de agradecer que Ramos del Val se haya molestado en investigar y contar para la película con vloggers de verdad como Haplo Schaffer o JPelirrojo, haciendo de esta manera más 'real' lo irreal. En definitiva, si hay algo de lo que puede presumir "Faraday" es de que se puede hacer bonito y barato. No es la primera vez que Ramos del Val lo demuestra... ¡y me temo que no será la última!.