A modo de evocación de títulos como "La gran familia", "La familia y uno más, "La familia bien, gracias"... Daniel Sánchez Arévalo recompone, a su forma y conservando su fidelidad a una temática recurrente en su filmografía, la misma intensidad de narrar e incidir en ese núcleo con todas sus consecuencias, aunque, fruto de otras circunstancias y por el paso del tiempo, este film se actualiza en unos parámetros distintos a las películas anteriormente citadas con un ritmo narrativo desigual, pero impecable en determinados momentos.
De este modo, entre algunas secuencias realmente divertidas y con un trasfondo nupcial y futbolístico donde los secretos ocultos terminan por aflorar entre tomas de decisiones personales, recuerda a un film clásico. Un reparto compenetrado y cómplice entre miradas y reacciones. Una película muy comercial, que entretiene en algunos tramos y entra en las profundidades del ser humano en otras, para concluir en una comedia coral realizada con sentimiento.