El otro día fui al cine a ver la película del momento: "Elysium", que ha obtenido muy buenas críticas aunque a los más devotos de la ciencia ficción no acaba de convencer. A lo mejor porque se distingue de la mayoría de historias de ciencia ficción que se han rodado en muchos años: sale de los clichés clásicos para hacer una crítica mordaz y directa sobre la sociedad moderna mostrándola en todos sus defectos. Diferencias sociales, separaciones de clases, ricos que pueden curarse de cualquier enfermedad y vivir en una condición envidiable mientras que el resto de la población, los pobres y los marginados, están obligados a vivir en favelas y aceptar trabajos en condiciones inhumanas... ¡Todo esto, a mí, más que a ficción me suena más bien a realidad!.
Tampoco el protagonista es el típico 'superman' que sigue siempre sus sólidos principios de equidad y justicia, sino que es una persona problemática que quiere llegar a Elysium, la estación espacial que orbita entorno a la Tierra superpoblada y en ruina, para poderse salvarse. Así que nada de misión imposible con superhéroe al servicio del mundo, sino todo lo contrario. ¡Por lo menos hasta el final!. Además, la historia se complica con intrigas políticas, corrupción, traiciones y luchas hasta la muerte en condiciones de desigualdad. Todo esto hace que la trama sea muy entretenida y cautive hasta el final, también gracias a un reparto de actores de primer orden como Jodie Foster y Matt Dammon.
Creo que el éxito de esta película se debe buscar en las visiones e inquietudes que caracterizan a su director, Neill Blomkamp, que encuentra una forma muy interesante y original para llevarlas a la gran pantalla ambientándolas en un mundo futurista pero no tan lejano. Por lo dicho hasta ahora, entiendo que quien se esperaba una película de ciencia-ficción, estilo "Star Trek", no consiga comprender hasta qué punto este artista del género ha sabido, en manera tan original, mostrarnos un futuro muy probable y muy próximo, un justo equilibrio entre la intención de hacer una condena a la sociedad actual y realizar una obra de espectáculo. De hecho, creo que ya lo intentó con "Distrito 9", su primera película de éxito, independiente y futurista, que trata sobre unos androides que vienen marginados y relegados en un gueto en la ciudad africana de Johannesburgo. Todo esto me lleva, seguramente, a aconsejar este film por su actualidad, sus denuncias, su valor humano y el ingenio de este director que ha sabido, sinceramente, impresionar con su visión del mundo a través de los ojos de una persona del 2154.