script

"Errol Flynn: vividor y trotamundos", por Ignacio Sánchez-Cavada

Si con algo relacionamos la figura del exitoso actor de Hollywood es con la fiesta y los excesos... y si hay alguien que represente claramente esas facetas no puede ser otro que Errol Flynn, de cuyo nacimiento se cumplen, este 20 de Junio, 104 años.
Para todos aquéllos que no lo sepan, Flynn nació en un pequeño pueblo de la isla de Tasmania, por lo que era australiano y no estadounidense como mucha gente piensa. Desde joven se caracterizó por ser un 'chico malo'. Expulsado de muchos de los centros escolares en los que estuvo, la futura estrella de Hollywood estudiaría en Londres y en París, pero no tardaría en encontrar muchas otras inquietudes. Novelista, corresponsal (en la Guerra Civil española, nada menos), boxeador (representó a Australia en los JJ.OO. de Ámsterdam con 19 años), buscador de oro en África o pescador, entre otros, fueron algunos de los oficios que ejerció antes de dedicarse enteramente a la interpretación. Queda confirmada una parte del título de este post.
Tras formarse como actor en Inglaterra, un cazatalentos de la Warner Bros. le echa el ojo y así comienza su idilio con la 'major' norteamericana. Junto a ellos realizó decenas de películas, la mayoría con Michael Curtiz como director pues hasta en once ocasiones colaboró con el director de "Casablanca" ("El halcón del mar", "Dodge, ciudad sin ley", "El capitán Blood" o, la más famosa, "Robin de los bosques"). También colaboró en siete ocasiones con Raoul Walsh, siendo la más importante "Murieron con las botas puestas", película que protagonizó junto con Olivia de Havilland, actriz con la que se le relacionó en más de una ocasión, algo confirmado por ella misma años después. Incluso llegó a colaborar con Frank Borzage, el célebre cineasta, en la película "Luz de esperanza".
Si bien es cierto que interpretó una gran cantidad de papeles, la industria le encasilló como el galán aventurero que había de salvar a la dama, un tópico que llegó a afectarle a su vida diaria como él mismo afirma en su autobiografía "Errol Flynn: aventuras de un vividor". El actor afirmaba que muchas de las 'payasadas' que llevaba a cabo por todo el mundo podían estar perfectamente provocadas por la libertad que le otorgaban esos personajes, en muchas ocasiones jocosos y provocativos, como el protagonista de "Robin de los bosques".
Como afirmaba en el comienzo, las drogas y el alcohol son algo que siempre ha estado relacionado, de una manera u otra, con las grandes estrellas mediáticas, y que, en este caso, conllevaron la prematura muerte del actor. Errol Flynn murió en 1959 en Vancouver de un ataque cardíaco, después de arrastrarse realizando las películas que él consideraba que estaban a su altura. Cabe destacar que, según los forenses, a sus 50 años tenía los órganos tan deteriorados como un anciano de 70. Esta afirmación completa la otra parte del título, pues queda claro que Flynn supo aprovechar al menos el tiempo que estuvo vivo y, de una manera u otra, eso tiene mérito.