A Manuel Gutiérrez Aragón no le abandonó su 'lado cántabro' cuando recibió este pasado miércoles, 17 de Octubre, la Medalla de Oro de la Academia de Cine, momento que vivió con emoción 'controlada, por dentro', aclaró el director, guionista y escritor segundos después de recibir el premio de manos del Secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, y Enrique González Macho, presidente de la institución que homenajeó a este veterano profesional que, a su pesar, se emocionó.
Acostumbrado a provocar emociones, Gutiérrez Aragón manejó mal las propias festejando la distinción con la familia del cine, ceremonia en la que estuvo acompañado por numerosos compañeros de profesión, amigos y académicos, que se pusieron en pie ante sus palabras: '¡Vivan los compañeros!'. El grito de guerra de Gutiérrez Aragón provocó calurosos aplausos en las mesas del Casino de Madrid, donde el autor de "Demonios en el jardín" vivió una noche mágica en la que recordó 'a los equipos con los que he rodado. La gente del cine es muy generosa, el trabajo conjunto es lo que más echo en falta', manifestó ‘el hombre tranquilo del cine español’, una cualidad que destacaron Ángela Molina, Luis Tosar y Jose Coronado, tres de los actores que han trabajado con él.
Gutiérrez Aragón estaba contento. Risueño siguió atentamente las imágenes sobre su larga trayectoria profesional en la gran y pequeña pantalla y las palabras que pronunciaron sus muchos amigos, intervenciones a las que dieron paso Ángela Molina y Luis Tosar, maestros de una mágica velada que comenzó con la actuación de la pianista y concertista Rosa Torres-Pardo, que interpretó un blues. Las ovaciones no se hicieron esperar con este regalo tan especial al narrador y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, absoluto protagonista de un cálido acto en el que no faltaron chascarrillos, bromas y guiños entre el homenajeado y sus cómplices, entre otros, los periodistas Ángel Harguindey y Mauricio Vicent –que alabó su gen cubano–; los intérpretes Ana Belén y Carlos Iglesias; Carmen Alborch, que tuvo un recuerdo para uno de los maestros del premiado, José Luis Borau; y el que lleva siendo su amigo cincuenta años: el director y guionista José Luis García Sánchez, que compartió con Manolo el haber sido 'cineastas, obesos y comunistas'.
Susana de la Sierra, directora general del ICAA; Judith Colell, vicepresidenta segunda de la Academia; Ana de Armas; Ándres Santana; Ángeles González-Sinde; Senel Paz; Paco Algora; Eva Cebrián; Pedro Pérez; José Luis Cuerda; Pepe Salcedo; Gerardo Herrero; Cristina Marcos; Fernando Bovaira; Enrique Cerezo; Víctor Clavijo; Juan Diego; Patricia Ferreira; Antonio Giménez Rico; Juan Gona; Gerardo Herrero; Emilio Martínez Lázaro; Gracia Querejeta; Pepe Sacristán; Antonio Valero; Víctor Manuel; Vicente Molina Foix; y Fernando Chinarro, entre otros productores, directores, guionistas y montadores, acompañaron a este profesional que se licenció en Filosofía, quiso ser periodista y hoy es novelista, y que lo único que ha hecho en todos estos años es seguir el consejo de Elías Querejeta, que no fue otro que dejar que los demás, los actores, los técnicos, los montadores, 'todos excepcionales, me hicieran la película', reiteraba agradecido.