El compositor Alberto Iglesias aseguró en Santander ayer lunes, 27 de Agosto, que su aspiración al escribir la banda sonora de una película es ser 'casi las palabras, casi el gesto del actor y casi lo que no se dice', al tiempo que señaló que la música en el cine debe funcionar como 'un fluido que es mejor que no sea muy denso'. Así lo afirmó al recoger el IV Premio UIMP a la Cinematografía, un galardón que concede la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y que reconoce, en la figura de Iglesias, una carrera llena de 'creatividad, belleza y verdad', tal y como señaló el presidente de la Filmoteca de Cantabria, Enrique Bolado, que se encargó de leer la laudatio. El acto contó con las intervenciones del rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Salvador Ordóñez, y la vicerrectora de Cursos Cortos y Extensión Universitaria, Mª Cruz Díaz, quien leyó el acta oficial del premio, concedido a Iglesias por 'su contribución musical en la gran pantalla' y 'su sólida trayectoria internacional'.
'Agradezco este premio porque señala la importancia de la música en el discurso cinematográfico', subrayó Iglesias, que confesó que es 'más intuitivo que analítico' a la hora de realizar su trabajo y destacó el 'valor de los impulsos' en el proceso de composición de sus partituras. 'Probablemente, la música no relata por sí misma nada. No es narrativa, sino algo parecido', expuso ante el público. El ganador de 10 premios Goya recordó a todos los directores y actores con los que ha trabajado. 'Todos ellos me han dado la oportunidad de aprender a su lado: me han enseñado que para hacer la música tengo que aprenderme la película de memoria', bromeó. Expresamente, Iglesias citó al actor Carmelo Gómez, que asistió al acto y al que manifestó su admiración tras haber compartido 'trabajo y amistad'.
Antes del acto en el que recibió el galardón, diseñado por el artista Javier Mariscal, Alberto Iglesias consideró, en rueda de prensa que, en la actualidad, 'está sobrevalorado tener un estilo propio', y añadió que el autor 'tiene que encontrarlo con el tiempo' e, incluso, 'aprovechar todas las ocasiones que le permitan salir de él'. 'No sé si existe el sello Alberto Iglesias, yo no busco un estilo', declaró Iglesias, quien matizó que es probable que 'a base de repeticiones' exista esa propensión, porque de forma 'inconsciente' los artistas 'tienden a un sonido'. Este tipo de reconocimientos demuestran, en su opinión, que la música es 'un arte que se desenvuelve también en el cine'. Preguntado por si está poco valorado el trabajo musical para el cine, el compositor de "El jardinero fiel" respondió que 'no' y opinó que lo que ocurre es que las películas 'tienen la firma de los directores y, a su vez, de los productores'. 'Es una colaboración en la que uno tiene que saber apartarse y no pretender un estrellato obsesivo', afirmó Iglesias, quien agregó que 'dar codazos para que tu música sea muy prominente lleva a que las películas sean peores'. Respecto al cine actual, el compositor reconoció estar 'conectado' con las nuevas generaciones, en las que pone 'mucha esperanza', y comentó que lo que no busca es 'estar en la corriente de las superproducciones' ya que existen cinematografías que 'crean y provocan nuevos lenguajes, más conectados con la sociedad'.
Para Iglesias, la crisis es 'una situación real' en la que se tiende a 'amplificar las dificultades' pese a que 'se debe afrontar buscando trabajos, sin dejar de escribir y pensando que la música y el cine son una necesidad social'. El músico, habitual de las películas de Pedro Almodóvar, anunció que entre sus próximos proyectos está poner música a la última cinta del director manchego, "Los amantes pasajeros", de la que apenas puede adelantar nada porque no la verá hasta dentro de un par de semanas, cuando se reúna con el cineasta.