Si desde hace unas semanas conocemos el deseo de Bigas Luna por suceder a Alex de la Iglesia como presidente de la Academia de Cine, desde hoy tenemos la obligación, justificada no sólo por sus orígenes sino por toda su trayectoria personal y profesional -Premio Nacional de Cinematografía en 1997-, de apoyar la candidatura de uno de los nuestros en esa misma aspiración.

El productor y distribuidor cántabro propone una visión más industrial y rigurosa, y menos intangible y artística, para la Academia, sobre tod tras las división de opiniones ante la candidatura de Bigas Luna y el anonimato de Azucena de la Fuente, quien todavía no ha presentado oficialmente su propuesta a la institución cinematográfica, aunque sí ha anunciado que lo iba a hacer. Conocedor de los entresijos de la distribución y producción gracias a Alta Films -pilar fundamental de la difusión del cine español y adalid del cine europeo independiente en versión original-, es asimismo consciente de los problemas de exhibición gracias la cadena de cines Renoir, refugio de numerosas películas españolas.
Cántabro de nacimiento, productor de títulos como "Te doy mis ojos" o "La noche de los girasoles" y distribuidor de "También la lluvia", González-Macho ha mostrado abiertamente su postura beligerante en defensa del cine español y de reivindicación del papel de las televisiones en el mantenimiento de la industria, por su porcentaje destinado a la producción y por la importancia de los derechos de emisión en antena.