Sé que Ben Affleck no es santo de su devoción para casi ningún crítico en su faceta interpretativa, pero igualmente se reconoce su trabajo, hasta ahora breve, tras la cámara, donde promete... y no sólo porque su cine tenga como referente al “idolatrado” Clint Eastwood. Después de su aclamada “Adiós, pequeña, adiós”, el chico de Boston regresa a la ciudad, sin Matt Damon, para ofrecernos planos aéreos de “El indomable Will Hunting” y un cambio de género en su trayectoria como realizador, demostrando un saber hacer poco habitual entre los directores noveles como puede ser su caso... y, lo siento, a mi no me parece tan mal actor para algunos papeles concretos. El chico tiene percha y luce...
Affleck se luce física y camaleónicamente hablando ya que, en su papel de “asaltabancos”, viste todo tipo de uniformes. La película, aunque se venda como cinta de acción, se centra más en las relaciones personales entre los integrantes de la banda, en la “persecución” entre el delincuente y el agente del FBI, y el vínculo sentimental que nace entre el cabecilla y una exrehén. Respectivamente, Jeremy Renner (“En tierra hostil”), Jon “Mad men” Hamm y Rebecca Hall (“Vicky Cristina Barcelona”), conductores diestros en sus personajes. ¿Os suena?. Sí, “Heat” actualizado. Una lástima... pensaba encontrar un metraje a la altura, pero sus 120 minutos sólo consiguen despertar algún bostezo.
Excesivamente lenta, las escenas dotadas de adrenalina, con especial atención al “callejoneo” o la escena inicial al más puro estilo “Batman” en su última entrega, no compensan. Demasiadas veces hemos visto la necesidad de liberarse de las cargas de un barrio marcado, de valores regidos por un código ético propio... Se puede salir, el precio a pagar marca la puerta. Por cierto, ¿por qué últimamente el hábito de monja están tan demandado?. ¿Charlestown tendrá un alto porcentaje en “votos”?.
Excesivamente lenta, las escenas dotadas de adrenalina, con especial atención al “callejoneo” o la escena inicial al más puro estilo “Batman” en su última entrega, no compensan. Demasiadas veces hemos visto la necesidad de liberarse de las cargas de un barrio marcado, de valores regidos por un código ético propio... Se puede salir, el precio a pagar marca la puerta. Por cierto, ¿por qué últimamente el hábito de monja están tan demandado?. ¿Charlestown tendrá un alto porcentaje en “votos”?.