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Crítica: "Origen", de Christopher Nolan, por Luis Lazarich

Si me dieran un euro por cada historia que me hipnotiza en el cine... probablemente debería dinero. Por suerte, existen directores como Christopher Nolan que, gusten o no, siempre consiguen que permanezcas clavado en la butaca. "Origen" es una película algo difícil de explicar, ya que cualquier dato omitido es un tanto a favor para la sorpresa narrativa que contiene. Digamos que Leonardo DiCaprio trabaja con el subconsciente de las personas hasta que le ofrecen el trabajo perfecto para arreglar su vida. Teniendo en cuenta que no es fácil mostrar un mundo donde puedas tocar esa parte interna del cerebro, el director no sólo lo consigue con elegancia sino que alcanza la brillantez en algunos momentos del metraje (a destacar la lucha sin gravedad).

Sin lugar a dudas, Nolan es un maestro narrativo no sólo en el campo visual sino en el argumental. Como un dios creador, recrea el espacio/tiempo con gran habilidad y sencillez y lo que es más importante, la fuerza de la historia es tal que logra una total atención del espectador sin que esta decaiga. También podríamos decir que lo que hace brillar el film es, a su vez, el único punto negativo: la potencia en el argumento es tal que arrolla a los personajes, sobre todo en la primera parte del film.

No puedo dejar de reseñar la genial banda sonora de Hans Zimmer, parte básica a la hora de ligar las secuencias y lograr que el cenit narrativo permanezca durante largo tiempo; tanto, que el desenlace dura la mitad del metraje. Además, el film nos vuelve a demostrar que las introducciones de las historias son para películas débiles y facilonas, y que es la propia película la que va contestando a los enigmas que se nos plantean. Por último, destacar una acertada interpretación de casi todos los actores, y, sobre todo, la magnifica madurez interpretativa que ha alcanzado DiCaprio, algo nada nuevo. Solo espero y deseo que Nolan siga brillando con sus creaciones visuales y sus magníficas puestas en escena... y que sus historias sigan sin esos prólogos explicativos tan innecesarios.