Christopher Nolan, director de películas siempre tan inquietantes como originales (“El truco final”, “Insomnio”, quizás la mejor “Memento”...), nos hace pasar en esta esperada película 150 minutos de intensa conexión entre lo que ocurre en la pantalla y el espectador. Catalogada como Ciencia-Ficción, si nos entretenemos en comprender los entresijos en los que se basa, nos perderemos una película de suspense con un original guión muy bien construido y mejor interpretado. Cobb (Leonardo Dicaprio) vive en un mundo donde tiene la capacidad de introducirse en el subconsciente de las personas y manipularlo.
El procedimiento para llevarlo acabo es a través de la inducción a los sueños, en este caso hipnóticos vía intravenosa. Cobb vive fuera de la ley y de su país. Supuestamente es culpable de la muerte de su mujer Lisa (Marion Cotillard). Se debate entre el remordimiento y la desesperación de no poder ver a sus hijos. Un inconmensurable Leonardo Dicaprio que entre sueños,recuerdos y realidades, nos lleva a explorar todo un mundo de sentimientos. Entre estos debates de Cobb, aparece Saito (Ken watanabe), un influyente hombre de negocios que le propone un trato: Penetrar en el subconsciente de un rico heredero e introducirle una idea con el fin de desestructurar su empresa. A cambio, Saito le devolverá a su país y podrá estar con sus hijos. Cobb necesita un equipo de personas para llevar a cabo el encargo. Induciéndose todos a la vez en el mundo de los sueños será como logren la misión.
Es de agradecer el que no haya demasiados efectos especiales y la trama no pierda el interés que se merece. Impactante el final, donde nos preguntamos si Cobb ha despertado o sigue soñando cuando ha podido reunirse por fin con sus hijos. Pero yo también me puedo preguntar más ¿No será toda la película un sueño de Cobb? Qué más da, nos lo hemos pasado bien y hemos disfrutado, que es de lo que se trata... Como en la vida, ¿Quién nos puede asegurar qué es lo real o lo ficticio, si además lo vivimos con la misma intensidad?. De los actores secundarios que acompañan a Leonardo Dicaprio, destacar a la joven Ellen Page, que ya me impresionó su papel de adolescente en la magnifica película "Hard Candy" (que no llegó a Santander, como tantas otras...). Por otra parte, Marion Cotillard tiene una aureola como de cierto misticismo, que la hace ser una actriz original y diferente y eso ya es mucho. Como película de Ciencia-Ficción me quedo con Matrix, aunque ambas tienen un punto filosófico: Mostrar el concepto básico de la filosofía, diferenciar el mundo que percibimos, el real, del mundo de las ideas, lo que nosotros vamos modificando a través del pensamiento y el conocimiento...
Es de agradecer el que no haya demasiados efectos especiales y la trama no pierda el interés que se merece. Impactante el final, donde nos preguntamos si Cobb ha despertado o sigue soñando cuando ha podido reunirse por fin con sus hijos. Pero yo también me puedo preguntar más ¿No será toda la película un sueño de Cobb? Qué más da, nos lo hemos pasado bien y hemos disfrutado, que es de lo que se trata... Como en la vida, ¿Quién nos puede asegurar qué es lo real o lo ficticio, si además lo vivimos con la misma intensidad?. De los actores secundarios que acompañan a Leonardo Dicaprio, destacar a la joven Ellen Page, que ya me impresionó su papel de adolescente en la magnifica película "Hard Candy" (que no llegó a Santander, como tantas otras...). Por otra parte, Marion Cotillard tiene una aureola como de cierto misticismo, que la hace ser una actriz original y diferente y eso ya es mucho. Como película de Ciencia-Ficción me quedo con Matrix, aunque ambas tienen un punto filosófico: Mostrar el concepto básico de la filosofía, diferenciar el mundo que percibimos, el real, del mundo de las ideas, lo que nosotros vamos modificando a través del pensamiento y el conocimiento...