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En busca y captura... por la mafia

Roberto Saviano, autor de "Gomorra", libro que describe los métodos y conexiones de la Camorra napolitana que ha sido llevado a la gran pantalla con éxito de crítica y público -refrendado además con innumerables galardones como 5 Premios del Cine Europeo-, dirige en Santander esta semana, del 31 de Agosto al 4 de Septiembre, un seminario de la UIMP: "Escritor y ciudadano ante el compromiso", dentro del Ciclo "El autor y su obra".

Durante la rueda de prensa para presentar esta cita no solamente cinematográfica, el escritor italiano ha alertado de que "el capitalismo se está convirtiendo en una organización mafiosa", ya que, según sus propias palabras, "la lógica de las mafias se está convirtiendo en la lógica del mercado". Saviano, que vive amenazado de muerte desde 2006, considera por tanto que se "deben cambiar las reglas de la economía".

El escritor lamenta que las organizaciones mafiosas necesitan, por un lado, "máxima vanguardia económica", pero, por otro, "el máximo retroceso cultural", como a su juicio prueba el hecho de que, pese a sus relaciones con todo el mundo, sus dirigentes siguen queriendo casarse con "mujeres vírgenes" o castigan los territorios con presencia de homosexuales. El también articulista criticó el sistema de adjudicaciones de las contratas públicas, que hace que se ge gane con la oferta "más barata y en el menor tiempo posible". Según explicó, "las organizaciones mafiosas no consiguen contratas apuntando con una pistola, sino ofreciendo precios competitivos". Esto es posible debido a que disponen de "cantidades enormes de dinero", que han obtenido previamente a través de la extorsión, el tráfico de drogas y la especulación.

Para el escritor, "sería magnífico" que personas con distintas ideas políticas se pusieran de acuerdo en el criterio de que "no se debe apoyar a políticos criminales". El problema es, tal y como denunció, que ni en la derecha ni en la izquierda existe una "posición compartida sobre la legalidad". El autor de "Gomorra" opinó que se debe "dar valor al voto", ya que en la actualidad "no tiene ningún valor" y, en consecuencia, "es muy fácil comprarlo".