Recién inaugurada en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria, conviene recordar el cinematográfico lugar de procedencia de la serie "Los frescos del exilio" del santanderino Luis Quintanilla. La serie, destinada a la Exposición Universal de 1939, permanecerá abierta al público en general de forma permanente.

Sin embargo, esa fue la excusa del artista para protegerlos tras la Guerra Civil. Hasta que, por fin, en 1990, la serie fue localizada en los pasillos de una cine porno de la ciudad de los rascacielos. Y de ahí, en adelante, ya conocemos el resto.