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Crítica: "Las Cícladas. Escapada de amigas", por Javier Collantes

Con preámbulos o sin ellos, las historias, las narraciones, las películas contienen grandes sapiencias en su contenido, fondo y forma, son una parte del juego de la 'verdad' de la vida, la traslación en imágenes de recuerdos y ensoñaciones que, en momentos determinados, pueden llevarse a la práctica, proyección del ejercicio de auto-reflexión que nos señala que el cine nos devuelve una nueva realidad. Las Cícladas. Escapada de amigas, película dirigida por Marc Fitoussi, es un relato conmovedor, divertido y optimista en el que, en base a una pauta de rodaje en modo sencillez y de forma natural, prevalece la convivencia entre el interior narrativo y el paisaje luminoso.


A partir de un argumento muy del deseo de 'llevar' a cabo la idea del reencuentro, Las Cícladas. Escapada de amigas nos narra el reencuentro de dos amigas inseparables de la adolescencia años más parte y después de perder el contacto, caminos que vuelven a cruzarse y a los que el hijo de una de ellas ayuda a encauzar para retomar un viaje juntas que siempre habían tenido previsto, un viaje a Grecia, a las islas Cícladas, un lugar maravilloso en el que tendrá lugar un cambio muy distinto de las vacaciones que soñaban, un golpe de aventuras, recuerdos y rencillas del pasado. Bajo un tono aparentemente ligero, con tópicos y alguna escena sobrante, el film proporciona también, en un segundo nivel, una lectura un tanto más profunda sobre la amistad, si bien es cierto que la bocanada de luz que proporciona el paisaje puede llegar a eclipsar este aspecto. Como seña de identidad, las canciones y el homenaje a la película y la banda sonora de un título fascinante, El gran azul, rodado en esas mismas islas.


Como una película emotiva, sus diálogos y secuencias, con dos mujeres y una tercera, desarrollan el punto de partida de un cambio, una forma de viajar físicamente que gusta y otra forma de hacerlo de manera interior, una doble ruta a cuyo término se abandona la sala de cine con una sonrisa, un tránsito hacia cierto optimismo al que contribuyen las actrices Laure Calamy, Olivia Côte y la gran Kristin Scott Thomas, que vuelve a deleitarnos con su saber interpretar y conectar transmitiendo. Las Cícladas. Escapada de amigas es una película comercial hecha con buen gusto, lo que, unido al 'gran azul', ofrece un resultado saludable para el estado de ánimo del espectador.