¿Cómo se vería un juicio si el encargado de pronunciar el discurso final fuera un acusado de asesinato? ¿Cómo sería su discurso si no tuviera que ser intermediado y censurado por un abogado? La plataforma de streaming Netflix, junto con la BBC, ha estrenado hace menos de un mes la adaptación dramática de la novela de Imran Mahmood You don’t know me, en castellano No me conocen y titulada aquí como No sabéis quién soy. La serie de cuatro episodios se adapta, perfectamente, a la búsqueda de de lo fugaz que el público demanda en esta época. Se trata de una serie corta, de aproximadamente una hora cada episodio, que puede verse con facilidad en un solo día.
El director, Sarmad Masud, logra ponernos a los espectadores como parte del jurado. La serie presenta como protagonista a un hombre de clase baja inglesa llamado Hero, interpretado por Sam Adewunmi. Hero, con una gran cantidad de pruebas en su contra, es acusado de un asesinato, después de un mal trabajo por parte de su abogado. Como último recurso, decide tomar la oportunidad de su discurso final para defenderse por última vez y para intentar mostrar evidencias de su inocencia. Su discurso se basa en la historia de amor que le cambió la vida para bien y para mal, la misma que le ha puesto en esa difícil posición. La historia comienza con un ritmo lento. Sin embargo, a medida que va avanzando la historia, nos presenta una gran cantidad de vueltas inesperadas que hacen que el espectador se mantenga enganchado a la trama. El escritor logra que cuestionemos nuestros propios instintos al revelar que la mayor parte del discurso de Hero era mera fantasía. El discurso de Hero baila entre la felicidad y la desgracia, mostrándonos cómo la vida puede ser hermosa y a la vez cruel.
No sabéis quién soy funciona tanto en su condición de historia de amor como en la de thriller criminal. El conocimiento de Mahmood sobre el mundo del sistema legal británico ayuda a enriquecer la serie de realismo. The Guardian ha considerado esta novela como una de las mejores dentro del género y la serie de Tom Edge, de igual manera, ha logrado cautivar rápidamente a los suscriptores de Netflix. Esto a pesar de que el final ha dejado a muchas personas insatisfechas y con más dudas que al inicio. Sin embargo, es el riesgo que debemos asumir como espectadores al adentrarnos en una serie criminal: No siempre recibiremos la conclusión clara que esperamos.