El director japonés Ryûsuke Hamaguchi, en toda su carrera cinematográfica, nos ha mostrado parte de una idiosincrasia especial respecto a sus historias y el perfil de sus personajes, una clase de cine intimista cuyos recursos modestos son uno de los grandes valores en sus películas. La ruleta de la fortuna y la fantasía es su última propuesta fílmica y conserva sus principios narrativos en cada secuencia del film, unas historias a modo de relatos sobre el azar cuyas miradas son, en su posición de tríptico sentimental, perspectivas que resultan de la combinación del 'ojo' de cámara japonesa junto a los excelentes efluvios del cine francés, sobre manera del director Eric Rohmer, pero sobre todo la influencia del dicha clase en los dibujos personales de sus personajes.
Todo ello, unido al tempo secuencial y su ritmo, nos traslada a nuevos parámetros del alma humana, en este caso al universo femenino, en una exposición de la clase media a nivel general y entre interrogaciones, dudas y decisiones, en tres relatos independientes unidos por un 'destino' particular, una película que nos cuenta, a través de tres historias, tres episodios protagonizados por personajes femeninos, la complejidad de las elecciones y los arrepentimientos sobre un triángulo amoroso, una trampa de seducción motivada por la venganza de un personaje masculino y un encuentro que resulta de una confusión. Con un tono de delicadeza, sus tres historias (la primera Magia o algo menos reconfortable; la segunda Una puerta abierta de par en par; y la tercera Una vez más), conforman una cierta armonía, pequeña e intensa, con los condicionantes apropiados de una fantasía, fábulas que, sin casi movimientos de cámara y algún plano secuencia así como la utilización del zoom, nos muestran la vida de unas mujeres, sus conversaciones, dudas y valentía entre dos mujeres; un novio, una chica y la seducción por el amor de su pareja hacía otro; y el encuentro de dos amigas, tan imaginativo, como que vemos, y que es en realidad.
Unos planos acompasados, una fotografía luminosa, una banda sonora apenas perceptible... construyen la combinación del encuadre teatral, más el lenguaje cinematográfico, en un universo de cine pausado, profundo, positivo en su finales de cada historia, cuyos temas universales, humanos, nos 'hablan' de verdades, mentiras, el otro 'yo' de sus protagonistas, en un mosaico diferente desde cualquier puntos de vista, pero profundo. Película de asimilación lenta, sin ser una obra maestra es una película de calidad, sabiendo que ellas son el encaje de excelentes interpretaciones, el film es calidad en sus respectivos márgenes. La ruleta de la fortuna y la fantasía son miradas de azar, realidad, ficción, pensamientos...