El director Guy Ritchie estrena (por tercer año consecutivo) película, en este caso un remake del film francés Le Convoyeur del año 2004, dato éste que desconocía previamente al visionado del largometraje que me ocupa y cuya curiosidad me invade para saber cuánto se parece o diferencia de ésa. Con Jason Statham como protagonista, muy bien secundado por actores tan eficientes como Holt McCallany, Jeffrey Donovan, Josh Harnett, Andy Garcia o Niamh Algar, Ritchie nos presenta un thriller de atracos, acción y venganza bastante duro pues prescinde del humor e ironía característicos en muchos de los títulos de su filmografía.
En este caso, el film resulta muy bien armado, tanto en su guión como en su puesta en escena, visualmente comedido pero tremendamente eficaz, y la representación de la violencia que desprende el relato es realista y contundente.
La trama, sin muchos detalles, nos presenta a H (Statham), un guardia de seguridad recién incorporado en una compañía de furgones blindados que consigue evitar un atraco demostrando unas habilidades muy especiales. A partir de ahí, y con un más que ingenioso montaje de saltos temporales, se nos desvela de manera muy calculada la historia y motivaciones que esconde el protagonista. Despierta la furia es toda una demostración de ingenio del bueno de Ritchie para entretener durante casi dos horas a base de intriga y tensión bien mantenidas, equilibrando muy bien drama y acción hasta llegar a un espectacular clímax.