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Crítica: "Pullman", por Paco España

El pasado viernes, 24 de abril, se ha estrenado en la plataforma Filmin el último trabajo del director, guionista y productor mallorquín Toni Bestard, responsable del largometraje I am your father, interesantísimo documental sobre David Prowse -el actor encargado de dar vida a Dark Vader en Star Wars-, además de cortometrajes de enorme calidad y amor cinéfilo como Backgound y Foley artist. El guión corre a cargo del propio Bestard y de Arturo Ruiz Serrano, responsables ambos del cortometraje El viaje (2002), trabajo en el que se basa esta película.


Pullman es una pequeña joyita en la que vemos las vicisitudes de un niño y una niña de unos 12 años, de orígenes y apariencias antagónicas, en un viaje iniciático por diversos escenarios de la ciudad de Palma de Mallorca. Daren es de raza negra, religión islámica y lucha con la dureza de su convicción por cumplir el Ramadán; y Nadia vive con su joven madre y su hermana mayor, su apariencia es casi albina, de piel muy clara y de origen probablemente centroeuropeo. Ambos jóvenes unen sus respectivas soledades para emprender un viaje que les hará tener experiencias vitales importantes.


Daren es un chico listo pero sus resultados escolares son malos, y Nadia vive al albur del poco tiempo libre que el trabajo permite a su madre y de una hermana adolescente permanentemente introducida en su smartphone. Pullman rememora a la reciente The Florida Project, dirigida por Sam Baker, ya que los lugares que transitan son similares, aunque no hay un adulto tan presente como en aquella; y también a otras películas de viaje en el que los diferentes caracteres humanos que se encuentra por el camino determinan y enriquecen las vidas de los que viajan.


La habilidad de los dos responsables del guión reside en que el personaje que aparece en ese viaje es definido con precisión, con un par de frases y un par de gestos, síntesis ésta que supone la esencia del lenguaje cinematográfico en el que los personajes, mas allá de hacer cosas, son. Tal es el caso del buen trabajo de Lara Martorell, actriz transgénero que aparece en la serie Servir y proteger, como la prostituta de buen corazón; del payaso indigente que recuerda a un Joker avejentado; o del buscavidas playero, que causa alarma y ternura en la misma proporción.


El guión presenta una serie de personajes que parece que sólo se ocupan de si mismos, pero llegado el momento se ocupan y cuidan a los que lo necesitan, aun en contra de sus propios intereses. Pullman es una película corta, no más de 70 minutos, que interesa y, en ocasiones, emociona porque sus personajes y situaciones rezuman autenticidad cinematográfica.