Las novelas de misterio, las investigaciones y demás componentes continúan siendo un perfecto engranaje para el cine. Los clásicos perduran a lo largo de los tiempos: Sherlock Holmes o la magia en las pesquisas de un caso criminal de Agatha Christie son sus obras adaptadas al séptimo arte o a tv, un claro exponente de calidad, misterio, suspense, con unos resultados óptimos, cuya calidad, tanto en la escritura del libro como en su caligrafía cinematográfica, denotan un ejercicio sobresaliente (en general), de clase en su conjunto.
Ahora, cuando el cine atraviesa múltiples temáticas, nos llega una adaptación libre de Diez negritos, un film dirigido por el cineasta por Rian Johnson que, con notable acierto, traslada la acción a Estados Unidos, en una historia emocionante, completa de humor inglés, cuyo contenido, presentación y dirección son la exposición de cine clásico, conservando el espíritu de Agatha Christie. En modo de Poirot, su propuesta queda definida como la esencia del relato con sorpresas a lo largo de su trama. El argumento del film nos narra el presunto suicidio o crimen de un famoso novelista, Harlan Thrombey, que es encontrado muerto en su mansión después de su 85 cumpleaños.
La investigación por parte del detective Benoit Blanc, será un 'camino' de vicisitudes y sorpresas sobre una familia excéntrica, una herencia y pistas falsas con personas que no ocultan sus ambiciones y miserias, en la línea de la presunción familiar, poder y dinero en un 'juego' donde nada es lo que parece... De una manera coherente, la película es un tratado de cine perfectamente rodado, con una fotografía de años setenta, conservando los planos, la forma de la toma en la cámara, de un modo en el retazo de las películas de misterio, sobre una mansión, un sonido, que convierte el tratado argumental, en un excelente entretenimiento, cuya calidad en un guión, queda reflejado en cada fotograma.
Así, con una notable banda sonora, la ambientación y, sobre manera, las extraordinarias interpretaciones del reparto (Daniel Craig, Chris Evans, Ana de Armas en un registro interpretativo asombroso, la recuperación de Don Johnson, Jamie Lee Curtis, Toni Collete o Christopher Plummer) consiguen una verdadera lección de mostrar la grandeza en cada uno de sus papeles. Cine, teatro, una perfecta combinación, unos semblantes de la esencia de mostrar cada gesto, mirada, de clase, en honor a una película que gusta, envuelve, dejándote llevar por la grandeza del cine. Puñales por la espalda, un film de esencias en cada imagen, simplemente sin alardes, cine que no engaña a nadie.